Es tiempo de óleos en la sala de exposiciones de Tenerías, y el autor de la muestra que allí se puede contemplar es Rafael de Miguel. Bajo el título de ‘Tradición y fiestas’, se pueden encontrar representaciones de paloteo, los pinares, la resina, los toros, caballos y caballistas. Todo ello muy de Segovia y provincia, muy autóctono, pero de Miguel explica que con algo de afán de salir más allá ha representado una fiesta de Cáceres, las Carantoñas de Acehúche y sus llamativos trajes. Paisajes, dulzaineros y el acueducto, no podían faltar en esta muestra que, nada más llegar al lugar, hace sentir al espectador en casa.
La técnica utilizada es óleo sobre tabla y tres grabados. El formato es grande; hay 18 cuadros de casi dos metros. Así, con sus vastas dimensiones, destacan las nueve piezas de caballistas cuellaranos y foráneos pero asiduos al encierro de Cuéllar, captado en esencia en las obras de Rafael. Pedro Caminero, encerrador de toros y un icono en las fiestas de Cuéllar, se encuentra entre los elegidos, totalmente reconocible y con algo en el lienzo que va más allá de su simple representación; Rafael de Miguel interpreta a cada caballista en el óleo, capta sus gestos, el agarrar de la pica y, en definitiva, el ambiente del encierro. El autor confiesa que más que aficionado a los toros, es aficionado al arte, a los caballos más que a los caballistas también. “Me llama mucho la atención la pose del caballo, pero hay caballistas tan peculiares que dices, hay que hacerlos, pero los caballos tienen su aquel”, explica. Añade que es aficionado a todas las tradiciones existentes; “sin tradición no hay vida, hay que tenerlo claro”, indica.
De Miguel es autodidacta y lleva pintando más de 40 años. Sus exposiciones se extienden en el tiempo más de 35 años y a lo largo de Bilbao, Madrid, Barcelona, Soria, Segovia, Pedraza, Portugal y Cuéllar, porque hace 10 años ya estuvo en la villa con sus obras. Premios y reconocimientos acompañan esta trayectoria, que tiene como punto a destacar su participación en la exposición del Sinodal de Aguilafuente con un cuadro de grandes dimensiones que refleja los incunables.
Para la exposición expresamente ha creado algunas obras: los caballistas, ventanas destacadas de Cuéllar, pero también hay cosas de hace siete años. Rafael de Miguel se dedica profesionalmente a esto de la pintura y bromea: “se malvive de ella”. “Ahora parece que sacamos la cabeza algo, pero no es para tirar cohetes, aunque antes de la crisis se vendía bien; ahora parece que repunta un poco y con los retratos vamos tirando”. Así que, hasta el 8 de febrero, tradición y vida se condensan para deleite de los cuellaranos en Tenerías.
