El español Rafa Nadal recibió ayer de manos del presidente de la ATP, Adam Helfant, el premio correspondiente por terminar la temporada como número uno mundial.
«Este año fue muy emotivo para mí», confesó el ganador este año de tres títulos de Grand Slam (Roland Garros, Wimbledon y Estados Unidos) y un total de siete torneos en todo el circuito.
El balear hizo referencia, como en la mayoría de sus intervenciones ante la prensa, de lo duro que le resultó el año anterior -2009- por motivos personales y una lesión que lo alejó de las pistas durante parte de la temporada.
Nadal, que hoy se enfrentará en su segundo partido del torneo al serbio Novak Djokovic, se dirigió en inglés «a sus seguidores de todo el mundo» para dar las gracias por el apoyo recibido día a día.
«Espero veros en el próximo encuentro», dijo el mallorquín, de 24 años, que comenzó nervioso la competición en un primer encuentro con el estadounidense Andy Roddick, al que le costó vencer el pasado lunes.
Rafa Nadal se refirió, además, a la importancia de recibir ese premio en Londres, donde siempre dice que es muy especial para él jugar y donde el pasado mes de julio logró su segundo Wimbledon.
De todos modos, el español no solo se llevará a su casa ese galardón, sino también el premio Stefan Edberg, que reconoce la buena actitud del jugador en la pista y entregado en nombre de sus compañeros del circuito.
Federer, muy sólido
Por otro lado, el número dos del mundo, el suizo Roger Federer, venció con contundencia y celeridad al británico Andy Murray, por 6-4 y 6-2 en el primer partido de la jornada y el segundo para ambos.
Tras un arranque algo igualado en el que el héroe local pudo, al menos, dificultar la tarea de su rival, las buenas opciones llegaron con frecuencia para el helvético y ya no hubo marcha atrás.
La mayor diferencia entre ambos fue precisamente que el más veterano del torneo, a sus 29 años, logró aprovechar las ocasiones que le brindó el partido, mientras que su adversario las dejó escapar.
Además, Murray, ganador esta temporada de dos títulos frente a los cuatro de Federer, también pagó caros sus fallos, con un total de 26 errores no forzados.
El tetracampeón de la Copa Masters aprovechó la debilidad del escocés con el saque, solo un 32 por ciento de acierto con el primer servicio en el set inicial, para tomar la delantera al aprovechar una de las dos bolas de ‘break’ que tuvo para ponerse en ventaja.
En el segundo set, el tenista de Basilea saltó al O2 como un ciclón y logró ponerse con una renta de 4-0 ante la falta de ideas de Murray. Cuando todo apuntaba al ‘rosco’, el de Dunblane salvó su primer servicio (4-1), pero ya solo se limitó a esperar al otro lado de la red que Federer dictara sentencia.
Tras concluir el choque, Roger Federer explicó sus expectativas de cara al duelo con el otro miembro del Grupo B, el sueco Robin Soderling, al que se medirá mañana. «Me encuentro bien, porque he tenido días de descanso, como en un Grand Slam. Además, solo he tenido que disputar dos sets en cada uno de ellos, lo cual está bien al final de la temporada», añadió.
