El colombiano Nairo Quintana, líder del equipo Movistar, dio ayer un golpe de mano en el Giro de Italia y se enfundó la ‘maglia rosa’ tras imponerse en solitario en la decimosexta etapa, disputada entre Ponte di Legno y Val Martello sobre 139 kilómetros.
El sudamericano firmó una sensacional etapa ‘reina’ con las subidas al Gavia, el Stelvio y la ascensión final, todo aderezado por una temibles condiciones meteorológicas, sobre todo en los dos primeros ‘colosos’, que amenazaron con volver a cancelar la jornada como ya ocurrió el pasado año.
Bajo un paisaje nevado, el segundo clasificado en el Tour de Francia 2013 sobrevivió a este ‘infierno’ inicial y fue el más ambicioso de los aspirantes, ayudado por su equipo, siempre arropándole y dejándole únicamente solo de cara a la última subida.
El resto de rivales no pudo hacer nada, salvo ver cómo enjugaba en un visto y no visto la desventaja de 2:40 en la general cuando las rampas de Val Martello se empinaban y dio la vuelta a una general que en las dos primeras semanas se le había puesto muy complicada con varias caídas.
Sin embargo, ya el pasado fin de semana, Quintana dejó evidencias de que estaba mejor de cara a recuperar la desventaja de casi tres minutos y medio sobre su compatriota Rigoberto Urán (Omega Pharma), incapaz de responder al del Movistar, al igual que el australiano Cadel Evans (BMC).
Pero, pese a dos puertos de nivel como el Gavia y el Stelvio, todo se empezó a decidir en el descenso del segundo. Hasta ese momento, las duras condiciones habían impedido que nadie se moviera, aunque ya Movistar demostró que era el mejor situado, con muchos corredores con su líder, mientras que Urán y Evans estaban ya sin compañía.
La sentencia
Rápidamente, la brecha se empezó a abrir, ‘coqueteando’ con los dos minutos, y el trabajo de sus compañeros, sobre todo de Gorka Izaguirre, le dejó a pie de la subida a Val Martello con todas las opciones de dar el golpe y con Pierre Rolland (Europcar) y el canadiense Ryder Hesjedal (Garmin) como compañeros.
Al final, Quintana se deshizo de ambos para hacerse con la victoria, ‘devorando’ segundos a un Urán que lo intentó sin éxito y a un Evans al que la edad y las duras rampas pesaron en su contra. El de Tunja no reservó nada y acabó metiendo más de cuatro minutos a su compatriota y casi cinco al australiano para convertirse en el rival a batir. El del Movistar Team tiene en su mano la victoria, ayudado además por las sensaciones que ofrece.
