Cinco meses después de cometerse el robo sacrílego en el Santuario de la Fuencisla, la investigación policial sobre la autoría continúa abierta. Los últimos análisis policiales no han conseguido resolver cómo se cometió la sustracción y ni siquiera se sabe quién fue el autor material de los hechos.
Las tan esperadas pruebas de ADN recogidas en el Santuario y en las propias coronas y la aureola que fueron extraídas han arrojado resultados negativos. Los análisis revelan que existen dudas sobre la autenticidad de las muestras.
Los agentes policiales analizaron las huellas que aparecieron a distintas alturas en los barrotes de la verja metálica que teóricamente debieron escalar los autores. Sin embargo no ha sido posible extraer el ADN en todos esos puntos, pero sí en otros.
También examinaron y recogieron muestras en la aureola de plata que fue encontrada en el exterior del templo el mismo día del robo. Y se recogieron restos biológicos que había en las coronas de la Virgen y del Niño, así como en la bolsa de deporte en la que aparecieron ambas coronas cuatro días después del robo, el pasado 20 de enero.
Las coronas fueron encontradas junto al río Eresma por una agente policial, cinco días después de la sustracción. Con una importante dotación de efectivos, las inmediaciones del Santuario fueron peinadas por más de 20 agentes. Horas después de ser localizadas las joyas, la Policía detuvo a un hombre como presunto autor, y otro se entregó aunque exculpándose. Desde entonces, ambos se encuentran en prisión preventiva al atribuirles la autoría de los hechos por parte de la Policía, pese a que se siguen declarando inocentes.
En este tiempo han permanecido en el centro penitenciario de Perogordo, a la espera del resultado de las pruebas científicas.
También en estos meses la Policía Nacional ha recibido varias distinciones por su actuación en el caso. Entre otros galardones ha recogido la medalla de la Cofradía de la Virgen de Nuestra Señora de la Fuencisla, de manos del Obispo de Segovia, el pasado mes de marzo; y en abril recogió la medalla de la ciudad otorgada por el Ayuntamiento de Segovia, según un acuerdo que había sido adoptado en pleno.
Nada más recuperarse las coronas, fueron sometidas a pequeñas labores de restauración, para ser colocadas de nuevo sobre la imagen de la patrona.
El Obispado de Segovia rehusó personarse como acusación particular en el caso tras destacar el arrepentimiento de uno de los dos supuestos ladrones. Pero ambos han negado en todo caso haber participado en el robo. Los dos dijeron haberse enterado de lo ocurrido por los medios de comunicación.
También indicaron que sus capacidades físicas les impiden escalar la verja de más de ocho metros de altura que separa el camarín de la Virgen, del resto del Santuario, al que por cierto, no se sabe si entraron la noche anterior o por el mismo en que se descubrió el robo a las nueve de la mañana. Tampoco han sido localizadas las zapatillas que dejaron marcadas de barro sobre una silla las pisadas para comenzar a trepar por la verja. Todas esta pruebas evidentes hicieron pensar a la Policía que la autoría no correspondía a ladrones profesionales —como se pensó en un primer momento— y por ello indagaron entre sospechosos de la ciudad.
A los dos presuntos implicados, B.M.D., de 26 años, y J.A.A., de 39, la Policía de Segovia les tomó pruebas de saliva y les compararon las huellas dactilares que figuran en sus respectivas fichas policiales. En total, la Unidad Central de Análisis Científicos, que opera en el Laboratorio de Biología de la Policía en Madrid, ha examinado hasta 20 pruebas remitidas por la Comisaría de Policía. En ninguna de ellas se ha logrado obtener resultados concluyentes.
Análisis caros, pero precisos
Las analísticas de ADN constituyen una de las pruebas policiales más concluyentes en las investigaciones. Se trata de estudios precisos, siempre que los elementos sobre los que se estudia sean claros. Sirven para probar la culpabilidad pero también la inocencia en los delitos.
El primer paso para obtener perfiles de ADN con miras a la comparación es la recogida de muestras que proceden de sangre, pelo o fluidos corporales. Los avances que se registran en la tecnología relacionada con el ADN permiten que las muestras que se recogen en el lugar de los hechos se encuentren en restos de ADN cada vez más pequeños. Los laboratorios dedicados al estudio del ADN reciben una media de 2.300 asuntos al mes y, en la mayoría de ellos, con varias muestras biológicas para ser analizadas. Gracias al Tratado de Prüm, suscrito por varios países europeos, las bases de datos de ADN, son intercambiados entre las policías europeas.
