Os pediría muchas cosas para el nuevo año, pero ajustaré las peticiones, según me vengan a la cabeza y no por prioridad, a los límites de esta columna.
En primer lugar, me gustaría que pusierais las bases para actualizar, renovar y adaptar las infraestructuras deportivas de nuestra capital a las necesidades de aficionados, directivos y, sobre todo, jugadores para que no se lesionen tanto. Sé que ha habido muchos años de inacción y que la desactualización es morrocotuda, pero precisamente por eso hay que empezar a subsanarlo. Ayudaría, creo yo, al reforzamiento de Segovia como Ciudad Europea del Deporte.
No os pido títulos, ni premios, porque eso es una casualidad. Además, soy del Atleti y, a diferencia de otros, no los necesito. Más bien, os pido que nuestros clubes más representativos sigan construyendo adecuadamente el camino y si alguno, como por ejemplo el CD Base, se gana el derecho a competir en una categoría superior, le deis la oportunidad de hacerlo. Hablando de ascensos, quizás sea mucho pedir el de la Gimnástica (y no sé hasta dónde sería bueno crecer tan rápido en lo deportivo), pero creo que es justo pediros, por el trabajo que hacen, que no pasen apuros para mantener la categoría. Y que el Nava, por supuesto, llegue a Europa. También, que Espacio Tierra consiga mantenerse entre los 24 mejores clubes de tenis de España, en la exigente Segunda División, que no es poca cosa, como tampoco lo sería la permanencia en la División de Honor de tenis de mesa del Seghos. Os pido, por tanto, justicia deportiva con estos clubes.
Y, hablando de justicia, a un nivel global, no sé si seréis capaces de garantizar que las normas sean iguales para todos. No, no me refiero a la vida política en este país, que pudiera ser; estamos en una columna deportiva y me refiero solo a este ámbito, por lo que os ruego que no haya más ‘negreiras’ ni palancas que beneficien últimamente al mismo, como antiguamente el trato de favor era para otro. Os pido que no dejéis caer a mi Atleti en esta tentación tramposa.
De momento, nada más; quizás, según vaya avanzando el año me tenga que acordar de vosotros a destiempo. Pero no creo, que bastante afortunados somos.
