El año no ha terminado aún y sus cifras pueden aumentar, pero un 2013 de nuevos récords y desafíos se perfila ya en el horizonte del ‘planeta Messi’.
Empeñado en derribar cada barrera que se le pone por delante, el jugador del Barcelona dio la razón a su compañero Gerard Piqué, «que es un extraterrestre», y firmó el pasado domingo una marca de otro mundo al alcanzar los 86 goles en un año natural.
«Inmortal», «inigualable», «animal»: la prensa de todo el mundo agotó los elogios para describir al argentino, que derribó una marca fijada hace 40 años por el legendario delantero alemán Gerd Müller.
«He mantenido el récord desde 1972 y ahora el mejor jugador del mundo lo ha roto. Comparto la alegría con Leo Messi», aseguró el exatacante germano. «Es un tipo muy amable y reservado. Creo que va a marcar muchos más. Su récord va a durar otros 40 años».
Mientras tanto, al azulgrana todavía le quedan tres partidos antes de fin de año: uno en Copa contra el Córdoba, y dos en la Liga, frente al Atlético y Valladolid.
«Lo más significativo es que Messi lleva aumentando su ritmo anual de goles de año en año sin que podamos asegurar que su tope es este o si seguirá hacia arriba», escribió el diario As.
Sabiendo que lleva una media de 1,3 goles por partido este año, se podría especular con la posibilidad de que cierre el año con una cifra redonda de 90 tantos. Pero sucede que, esta temporada, Messi ha aumentado su promedio considerablemente y, por ejemplo, en la competición doméstica ya suma 22 goles en 15 envites.
A sus 25 años, la ‘Pulga’ es el máximo artillero histórico del Barcelona con 283 dianas, tiene el récord de tantos en una temporada en la Liga con 50 y también el de la Champions con 14.
En el punto de mira están récords como los 251 de Telmo Zarra (el argentino lleva 192), los 71 en Champions de Raúl (suma 56) o los 56 con la selección de Gabriel Batistuta (el atacante del Barcelona ya ha firmado 31).
El gran favorito
La siguiente marca está a la vuelta de la esquina, pues es el indiscutible favorito para ganar el 7 de enero el Balón de Oro. Sería el cuarto consecutivo, una cifra que nadie ha conseguido antes.
Sin embargo, Messi no parece demasiado preocupado por mantener esa ‘recordmanía’ que él mismo alimentó y, según manifestó tras superar a Müller, su objetivo es «conseguir a nivel de equipo la Liga, la Copa y la Champions».
El próximo año está lleno de retos «ilusionantes», adjetivo utilizado por el propio futbolista para hablar de su futuro. La final de la Copa de Europa se disputará en el emblemático campo londinense de Wembley, la ciudad donde el Barcelona conquistó dos de sus cuatro coronas, incluyendo la primera (1992) y la última (2011).
También está su empeño personal por liderar a la selección argentina en el camino hacia el Mundial que se disputará en Brasil 2014, donde a los 27 años afrontaría quizá el momento más importante de su carrera: ganar el título en el estadio de Maracaná.
Müller marcó en la final del Mundial de 1974, en la que Alemania se impuso por 2-1 a una Holanda que parecía invencible. Fue la cima de su carrera, también dos años después de lograr el récord que Messi engulló en 2012.
