Desde principios de los años sesenta del pasado siglo, cuando las fiestas de los encierros empezaron a ser conocidas fuera de los pueblos pertenecientes a la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, desde el Ayuntamiento se empezaron a publicitar en carteles, folletos, radio y prensa, incluso una gran foto de la plaza mayor con los mozos jugando con una vaca fue una portada del diario nacional ABC.
El eslogan creado “Los encierros más antiguos de España” fue tal acierto que aún se mantiene, a pesar de estar muy cuestionado por otras poblaciones de España y, sobre todo desde el pasado año 2010. Ese año vio la luz un magnífico libro, “Colección Documental de Cuéllar”, con 809 documentos de archivos locales. En uno de estos documentos del año 1215 se afirmaba que ya se corrían toros, lo cual en la “Colección Documental” se demostraba que es incierto, porque fue un error en la transcripción del documento latino de principios del siglo XIII. Desde el citado 2010 están siendo detenidamente analizados múltiples documentos y uno de ellos de 1384, especialmente. Este es el motivo del presente artículo.
Cuéllar es una villa con cerca de cuatro mil años de historia. Desde las cerámicas campaniformes datadas entre los años 1600-1800 a. de C. hasta la actualidad, pasando por los poblados vacceos, siglos V-I a. de C. arrasados por los romanos, la antigua Colenda, situados entre la actual puerta del castillo y la muralla. Siguió la destrucción de la Qúla, Quwalá, Quwillar por el caudillo árabe Almanzor en su segunda campaña del año 977, en lo que entonces era la frontera del Duero, realizada del 23 de mayo al 20 de junio, siguiendo otras repoblaciones y destrucciones parciales, hasta la definitiva repoblación de Cuéllar llevada a cabo en tiempos de Alfonso VI tras la conquista de Toledo, el año 1085.
Desde entonces la antigua Collara, Quellar, Colar, Collar de los documentos medievales consiguió un gran desarrollo convirtiéndose en villa y en centro de la zona. Se crearon la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar organizada en sexmos, que aún existe. El castillo, tres recintos amurallados, veinte iglesias y varios conventos, los más importantes San Francisco de franciscanos y Santa Clara de monjas clarisas. Si a todo ello sumamos un gran desarrollo urbanístico, gran abundancia de agua, pinares, ganado fundamentalmente rebaños de ovejas, amplias zonas de huertas y cultivos, un potente concejo con organización política y urbanística con las clases sociales medievales nobleza, clero, escuderos, hidalgos, dueñas, doncellas y los “buenos hombres pecheros”, varios hospitales, barrios de judíos y moros con sus correspondientes aljamas de administración y gobierno, etc. El catedrático Antonio Ubieto Arteta estimó la población de Cuéllar del siglo XIII en 2.000 personas, una población muy numerosa en aquellos tiempos.
Si añadimos a todo ello que el rey Alfonso X “El Sabio” concedió a Cuéllar el Fuero Real en el año 1256, que por cierto estuvo en el archivo municipal hasta 1894, cuando lo utilizó Trassierra para su libro sobre Cuéllar. El gran historiador y de orden del Carmen en Portugal y España, el desaparecido Balbino Velasco, que hizo un riguroso control sobre todos los documentos para hacer su Historia de Cuéllar (cinco ediciones entre 1976 y 2015) no encontró el Fuero Real. Desapareció, vamos a decir que misteriosamente, del Ayuntamiento, aunque hay motivos fundados de que está en manos particulares. Con todo lo indicado nos podemos hacer una idea del desarrollo e importancia que alcanzó la antigua Colenda.
Por si fuera poco todo lo indicado anteriormente, el año 1390 el Rey Juan I concedió a Cuéllar el privilegio de celebrar dos ferias cada año, una el 20 de mayo y la otra el 8 de octubre con veinte días de duración cada una y “que sean aforadas las dichas ferias de esa villa de Cuéllar y cada una de ellas según que lo es las ferias de la villa de Valladolid”.
Teniendo en cuenta todo lo expuesto hasta ahora y el nivel de desarrollo alcanzado en esta época por la villa collarina ¿cómo no vamos a destacar las fiestas y ritos tanto de tipo religioso como profano que van unidos desde el principio de los tiempos en todas las culturas? Y tratándose de Cuéllar es indispensable citar las fiestas con toros.
Aquí entramos en el fundamento y motivo de este artículo. Hemos indicado al principio que el año 1215 no era la fecha que se creía hasta ahora de la antigüedad y por consiguiente el traslado desde las dehesas y prados del ganado bravo a los pueblos para celebrarlas corriendo por las calles y plaza principal, lo que se llama encierro: animales que viven en libertad y son llevados a encerrar haciendo de todo ello una gran fiesta y alborozo.
“Las Comunidades Castellanas y la Villa y Tierra Antigua de Cuéllar” es un libro que Esteban Corral García*, doctor en Derecho, secretario local de 1ª categoría y oficial mayor del Ayuntamiento de Salamanca, que también fue secretario del Ayuntamiento de Cuéllar, publicó su obra en 1978. En un total de 448 páginas incluyó 8 documentos. En el octavo está el asunto taurino.

La esencia del documento es una concordia alcanzada entre las diferentes clases sociales, caballeros, “hijos dalgo”, labradores, etc., con el fin de terminar con “los debates y contiendas” y pleitos entre ellos sobre los pagos que debería hacer cada clase, así como los clérigos, judíos y moros. Pagos en el físico (médico), sueldos en galeotes y ballesteros, puentes, fuentes, mensajeros, calzadas, murallas, limpieza de calles y plazas, herrador, carnicerías, etc.
En el citado documento la reina Leonor de Castilla (1361-1425) esposa del Rey de Navarra Carlos III, rey desde 1387 a 1425 declara: “e ansi mesmo por quanto dha. (dicha) villa tiene de costumbre inmemorial de correr toros el dia de Sant Joan de Junio, en cada año q. los dhos (dichos) caualleros y escuderos paguen en lo q. costaren los dhos. toros según que pagan las otras cosas suso declaradas, y si otras cosas algunas demas de las contenidas y declaradas en esta petición acaesciere de qualquier calidad o condición que sea en que se hayan de gastar dineros, los buenos hombres pecheros desta villa é su tierra sean tenidos y obligados a las pagar de manera que los dhos caualleros y escuderos y homes fijo-dalgos no sean compelidos á pagar ni contribuir en cosa alguna demás de las cosas de suso van especificadas e declaradas…).
La reina finaliza ordenando que todos sin excepción cumplan y tengan por buena la Villa y su Tierra, “para siempre jamás” este acuerdo entre los pecheros, caballeros, hijosdalgo, dueñas, etc. “E q. ninguno sea osado agora ni de aqui adelante, ni en ningun tiempo ni ir ni de venir, ni vaya ni pase ni consienta ir, ni pasar contra lo susu dho. ni contra cosa alguna, ni parte dello por ninguna via forma ni manera q. sea, so pena de diez mil mrs. (maravedís) para la mi mesa á cada uno que lo anterior hiziere y de privación de sus ofizios”.
Para fijar lo más objetivamente posible la antigüedad de las fiestas encierros-correr toros según el documento citado hay que definir e interpretar la expresión “Costumbre inmemorial”.
En el Diccionario de la Real Academia Española Inmemorial se define: “tan antiguo que no hay memoria de cuándo empezó”.- “IN, prefijo negativo, privativo latino que con ese mismo valor usamos en castellano con adjetivos, verbos y sustantivos abstractos”. En el Espasa Calpe: “tan remoto, tan antiguo que se desconoce cuándo empezó”, es decir que no se conserva la memoria. En el diccionario de la ilustre María Moliner: del latín “inmemorabilis”, “de memoria”. Tan antiguo que no se puede precisar su antigüedad “una costumbre inmemorial” la frase textual que estamos tratando de la reina Leonor en el documento de 1370.

en 1375.
De todo esto se puede deducir razonablemente que en 1370 varias generaciones de personas, hijos, padres, abuelos, bisabuelos, no tienen memoria ni recuerdan haber oído hablar de cuándo empezaron las fiestas con toros porque todos las han conocido. Por lo tanto, creo que no es una exageración retrasar como mínimo más de cien años la costumbre de correr toros en la villa de Cuéllar y situarnos en 1270. ¿Aparecerá alguna vez un documento con la fecha exacta en la que se celebraban fiestas con toros-encierros?
Pero esto de la antigüedad de los encierros, con ser importante, creo que no es lo fundamental. Lo esencial es que se ha sabido conservar la tradición a través de los siglos y estamos en el XXI ¡casi mil años de historia!
*El autor del libro que hemos citado “Las Comunidades Castellanas y la Villa y Tierra Antigua de Cuéllar”, Esteban Corral García, señala como fuente del documento utilizado en este artículo la Academia de la Historia-Colección Salazar M 141.
