Cuatro jornadas han sido suficientes para que la afición de la Gimnástica Segoviana se haya ilusionado con las posibilidades del equipo azulgrana en una competición extraordinariamente exigente como es la Segunda RFEF, a la que la plantilla parece haberle cogido la medida en un inicio que se asemeja mucho al soñado por los seguidores gimnásticos, con siete puntos de doce posibles.
Cierto es que la liga apenas está dando sus primeros pasos, pero echando un vistazo a la clasificación aparece un dato que no deja de ser relevante. La Gimnástica Segoviana, quinta en la clasificación ocupando la última plaza de play off de ascenso a Primera RFEF, ya ha jugado frente al primero (Unión Adarve), el sexto (Arosa), el octavo (Real Avilés) y el noveno (Navalcarnero). conjuntos todos ellos que ocupan la zona alta de la tabla.
Cuatro por encima del descenso
Pero más allá de la posición, el dato real que invita al optimismo es el que ofrecen los cuatro puntos de distancia que el equipo gimnástico tiene con respecto a las posiciones de descenso. Guardar un buen colchón de puntos para cuando cambie la suerte libera al equipo de la presión, algo que en las campañas anteriores en la Segunda B no se pudo conseguir, siempre con la espada de Damocles del descenso sobre la cabeza.
Todavía queda mucha tela que cortar, pero la sensación que queda después de los cuatro primeros encuentros de la competición es que la Segoviana tiene claro que los partidos en la Segunda RFEF no se van a ganar con la meridiana claridad con la que se ganaban en la Tercera División, sino que todos los puntos se van a conseguir con una gran dosis de sufrimiento, y poniendo no poco empeño en el trabajo defensivo comenzando por el delantero centro y acabando en el guardameta. Ver a Adeva desgastarse en la presión a los centrales, o a Borrego y Conde corriendo hacia atrás para ayudar en las coberturas es una señala de que todos los jugadores han entendido lo que Manu necesita de ellos.
La columna vertebral, clara
Precisamente el técnico está mostrando las mismas señas de identidad que ya puso en evidencia con el equipo en Tercera. Manu cuenta con una columna vertebral muy bien definida en la parte de atrás, ya que tanto Carmona como la línea de cuatro defensas con Manu por delante apenas se ha tocado en el mes que ha transcurrido de temporada. Javi Marcos y Mansour se van entendiendo cada día mejor, Adrián y Rubén son intocables en los laterales y Manu fue incluso ensalzado por el entrenador del Arosa al terminar el partido.
El resto de piezas puede cambiar en función del rival, o de cómo se vaya desarrollando el partido. La Segoviana ha demostrado tener personalidad en los partidos, y plantilla para afrontar una temporada que está todavía en pañales. Manu tiene claro que “las victorias hay que celebrarlas porque ganar en esta categoría es muy difícil”, y no suelen ser fruto de la casualidad, sino del trabajo bien hecho. El camino está trazado.
