Que el deporte nos encuentre unidos

El año deportivo que dejamos atrás en Segovia ha sido intenso, diverso y, sobre todo, profundamente humano. Hemos confirmado algo que ya sabíamos: el deporte sigue siendo uno de los grandes motores de cohesión de esta ciudad.
Segovia ha vivido, además, un impulso especial como Capital Europea del Deporte, título que ya despedimos. Una iniciativa que ha traído grandes eventos, ha mostrado muchas disciplinas y ha situado a la ciudad como foco de atención. Es una línea de actuación que no debe abandonarse, pero teniendo en cuenta que el éxito no está solo en lo que se ve un fin de semana, sino en lo que se construye cada día.
2025 puede presumir de deporte femenino que ha dado pasos firmes y visibles. Equipos y deportistas han demostrado que el talento está y que, cuando se acompaña, responde. Mirar al futuro pasa, necesariamente, por seguir creyendo en ellas, por darles espacio, visibilidad y estructuras que les permitan crecer.
Al 2026 le pido algo muy concreto: mejores instalaciones, espacios dignos y suficientes, y una planificación que piense en el largo plazo. Que haya sitio para todos. Que convivan disciplinas, clubes y proyectos sin competir por migajas. Que el diálogo entre gestores deportivos y responsables políticos sea constante, generoso y honesto.
Mirando al futuro, el deseo es claro: seguir avanzando con especial atención al deporte femenino, al de base y al rural. Ahí está el verdadero cimiento. Proyectar referentes para ellas, descubrir valores antes que resultados en la base y apostar por los pueblos donde el deporte sigue siendo una forma de convivencia y pertenencia. Apostar por ello es invertir en salud, educación y cohesión social.
Desde estas líneas les deseo una Feliz Navidad y brindo por un 2026 repleto de deporte en cada rincón de la provincia de Segovia.