El presidente de Rusia, Vladimir Putin, subrayó ayer que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, no le planteó “ninguna petición de ayuda” económica durante la visita que el mandatario heleno realizó a Moscú. No obstante sí dejó claro su propuesta para abrir la puerta a la puesta en marcha de proyectos conjuntos en el futuro.
“La parte griega no se ha dirigido a nosotros con ninguna petición de ayuda”, dijo Putin. El mandatario ruso explicó así que habría hablado con Tsipras de la “cooperación en varios sectores de la economía, entre ellos la posibilidad de desarrollar grandes proyectos energéticos entre otros”.
Uno de estos proyectos podría ser el oleoducto que, a través de Turquía, serviría para trasladar el gas ruso hacia Europa. Sin embargo, Putin apuntó que la participación griega depende del interés de Atenas, de que desee involucrarse.
El presidente de Rusia también sugirió el interés de su Gobierno en participar en procesos de privatización en Rusia, aunque negó que quiera vengarse de la política de sanciones de la UE contribuyendo al resurgimiento económico de Grecia.
“Quiero dejar claro que no tenemos intención de usar situaciones internas de la UE. Queremos trabajar con la totalidad de la Europa unida”, apostilló el dirigente, que también descartó cualquier trato de favor a la importación de alimentos griegos.
Por otro lado el Gobierno ruso recalcó que prepara medidas encaminadas a relajar su embargo a los productos agrícolas de Grecia, cuya importación permanece vetada desde agosto de 2014, cuando Rusia decidió prohibir la entrada de frutas, verduras, lácteos, carne y pescados de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia y Noruega.
