El Partido Socialista (PSOE) y el izquierdista Podemos avanzaron ayer en la estructura del Gobierno de coalición que pactaron ayer, y comenzaron a buscar apoyos de otras formaciones en busca de la mayoría parlamentaria necesaria.
El acuerdo anunciado por sorpresa el martes por el líder socialista y jefe del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, comenzó a dar sus primeros pasos aunque aún le queda camino antes de que pueda haber nuevo Ejecutivo.
Si sale adelante, el primer Gobierno de coalición de la actual democracia española tendría tres vicepresidencias: una social para el líder de Podemos, Pablo Iglesias, una económica para la ministra del ramo, Nadia Calviño, y una política para la actual vicepresidenta única, Carmen Calvo, indicaron fuentes socialistas.
Por otra parte, en Podemos se apuesta por que Irene Montero, ‘número dos’ de esa formación, dirija alguno de los ministerios que pueda ocupar Podemos dentro del Consejo de Ministros.
Respaldo parlamentario
El PSOE inició ayer una primera ronda de consultas con el resto de grupos parlamentarios para buscar su apoyo al gobierno de coalición pactado con Podemos.
Los dos partidos suman 155 diputados en un Congreso de 350 integrantes, por lo que ante el anunciado rechazo de los partidos de centroderecha y derecha haría falta que al menos uno de los partidos independentistas catalanes (ERC y JxCat) se abstenga en la investidura de Sánchez en el Parlamento, que podría ser a primeros de diciembre.
Por parte del PSOE encabeza las conversaciones su “número tres” y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra. Varios de los partidos nacionalistas y regionalistas avanzaron una predisposición favorable, a apoyar al acuerdo de gobierno, aunque es de esperar que pedirán medidas a favor de sus territorios.
Exigencias catalanas
En cambio, ERC, que a priori parecía el más proclive de entre las formaciones independentistas catalanas para abstenerse, pero su coordinador, Pere Aragonés, advirtió de que su partido optará por el “no” a Sánchez salvo que se abra un diálogo político sobre Cataluña.
“Si no hay una mesa de diálogo y negociación no podremos facilitar ningún Gobierno español”, recalcó el dirigente de ERC, en referencia al intento de su partido que desde Madrid se reconozca que hay un “conflicto político” con el independentismo catalán, algo que rechaza Sánchez.
Lastra intentará acercar posiciones durante una reunión que mantendrá en la jornada de hoy con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.
Ciudadanos confirmó ayer su voto negativo, y su secretario general, José Manuel Villegas, lo justificó en el argumento de que Sánchez podía “mirar hacia el centro y la moderación, pero ha elegido mirar hacia los populistas y nacionalistas”.
Recelo
La consecución de ese apoyo parlamentario se complicó un poco más debido a que el recuento del voto de los residentes en el extranjero asignó un diputado más al PP y se lo arrebató al PNV, un casi seguro aliado de PSOE-UP.
El calendario que manejan los dos partidos del pacto prevé que, si no hay obstáculos, Sánchez pueda ser investido presidente del Gobierno durante la semana del 16 al 20 de diciembre.
En terreno económico, la bolsa continuó su reacción negativa del martes al acuerdo, y en su índice de referencia, el Ibex 35 perdió un 1,21%, después de bajar un 0,87 el martes, ante el temor entre los inversores a que el pacto PSOE-Podemos genere subidas de impuestos generalizadas.
