El PSOE y Unidos Podemos sumaron apoyos en el Pleno del Congreso para tramitar su proposición de ley para cambiar la ley de Estabilidad Presupuestaria con el fin de acabar con el veto irreversible del Senado a la senda de déficit y de deuda.
Así, además de los apoyos de Esquerra Republicana y Compromís, que ya firmaron la iniciativa, ayer sumaron al PDeCAT, el PNV, EH-Bildu, Nueva Canarias y Coalición Canaria, con lo que ya suman una mayoría absoluta holgada en la Cámara Baja.
Durante la defensa de la iniciativa, la portavoz fiscal del PSOE en el Congreso, Patricia Blanquer, reivindicó la importancia de contar con un mayor margen de déficit para el próximo año —autorizado por Bruselas, según recordó—, pues cree que no aprovecharlo sería “irracional e inasumible”.
En todo caso, matizó que el Ejecutivo no plantea “más déficit y más deuda”, sino que los actuales, que para 2019 fija un déficit para el conjunto del Estado del 1,3% del PIB, son “irrealizables”. “No se puede pedir más ajuste estructural del que exige Europa”, esgrimió.
Asimismo, justificó que el Congreso vuelva a tener la última palabra en la aprobación de estos objetivos, puesto que el actual sistema refleja “un bicamarismo perfecto que no es coherente con la Constitución” en virtud de una “excepción” incorporada en la ley por el anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, “de manera torticera”, señaló la portavoz fiscal.
Blanquer reivindicó además la necesidad de tramitar por la vía de urgencia y en lectura única su iniciativa, con el fin de de permitir cuanto antes la tramitación de los Presupuestos de 2019, vías en manos de Partido Popular y Ciudadanos, que controlan la Mesa del Congreso.
PP y Ciudadanos
Un hecho en el que incidieron Txema Guijarro, portavoz adjunto de Unidos Podemos, que expresó su temor por que ambas formaciones traten de “retrasar y torpedear hasta el hundimiento” la iniciativa. “Elevaría el filibusterismo parlamentario a su máxima categoría”, dijo Guijarro.
“Auguro que vamos a tener dificultades, pero no exime al Gobierno de tener que gobernar”, apostilló, dirigiéndose a la titular de Hacienda, María Jesús Montero, presente en el hemiciclo ayer en la bancada del Gobierno, y a la que ha dicho que el actual objetivo de déficit del 1,3% “es sencillamente suicida”.
“Aunque ha pasado una década, todos tenemos fresco en la retina, algunos en el estómago, cómo llegaron las turbulencias y en el trance entre elegir entre su pueblo y sus acreedores, la clase política eligió lo segundo. En esta disyuntiva lo tenemos muy claro. ¿Ustedes también lo tienen?”, dijo.
El resto de formaciones que avanzaron su apoyo para tramitar la proposición de ley reivindicaron la necesidad de profundizar en los cambios en la ley para cambiar la regla de gasto para aquellas administraciones, especialmente las corporaciones locales, con sus cuentas saneadas.
Joan Margall, de ERC, recordó que estas administraciones cuentan con 24.000 millones bloqueados en depósitos bancarios que no pueden destinar por estas restricciones, mientras que Ferrán Bel, del PDeCAT, dijo que condicionarán cualquier apoyo a la flexibilización de la norma, cuyo cambio también demandaron los diputados de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, y Coalición Canaria, Ana Oramas. En el PNV, su portavoz económica, Idoia Sagastizabal, recordó que hace dos años el PP y Cs amparaban una reforma por la vía rápida de esta ley.
