El proyecto del Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT) y el del único edificio, todavía inconcluso, de los once que contemplaba este ambicioso proyecto que nació hace algo más de una década con los socialistas instalados en la Alcaldía de la ciudad, es uno de esos culebrones políticos de difícil digestión para los ciudadanos que ahora sufre un nuevo cortocircuito motivado por el incremento de tensión entre el PSOE en el Gobierno municipal y el principal grupo de la oposición, el Partido Popular.
La Mesa del CAT de ayer viernes, la vigésimo tercera, se saldó con la salida de los concejales del PP de la misma que califican de inaceptable la actitud de José Bayón, edil de Desarrollo Económico, Empleo e Innovación, que gestiona todo lo relacionado con este proyecto.
Los populares consideran que no había “ninguna voluntad” de que el PP participara de forma activa hasta el punto de que cuando la portavoz, Raquel Fernández, quiso intervenir en un momento determinado, “se le negó la palabra”.
Fernández comentó después que la Mesa del CAT no es un foro entre iguales para debatir y encontrar respuestas: “nos hemos encontrado una exposición de una versión unilateral, la del PSOE, no abierta al diálogo”. En este sentido, acusan a los socialistas de hacer “una cortina de humo” para no aclarar gastos, dudas y decisiones políticas “del mayor despilfarro de dinero público que se ha producido en Segovia”.
Por su parte, Bayón, que compareció también a continuación de la reunión de la Mesa en rueda de prensa, aseguró que se había encontrado con un PP “en continua campaña, sin ninguna propuesta y el único interés de salir en los medios de comunicación, una postura que a mí me parece electoralista”.
El concejal socialista insistió en que tiene la sensación de que el Grupo Popular quiere poner zancadillas y no le interesa que se finalice el edificio CIDE del CAT.
La ‘espantada’ de los concejales del PP ha sido interpretada de distinta manera por el resto de la oposición. Así, la portavoz de Cs, María José García Orejana, lo califica de “circo mediático de los conservadores” y añadió que “no ha existido en ningún momento interés real en conocer los datos ni proyectos de futuro, se han limitado a convertir la mesa de trabajo en un ring de boxeo dialéctico”.
Por su parte, Esther Bermejo, del Grupo UPyD Centrados en Segovia, lamentó lo que considera “una falta de respeto” hacia el resto por la actitud tanto de Bayón como de Fernández, un enfrentamiento verbal “que nos ha violentado muchísimo”.
La edil de la formación magenta asegura, sin embargo, que por fin le han quedado claras las cifras, que se acercan a los 25 millones de euros sumando la aportación del Ayuntamiento y la del Ministerio de Industria, y aprovechó para pedir que la Mesa se celebre por las tardes para facilitar la asistencia de los concejales que como ella mantienen su trabajo.
Desde IU, Ángel Galindo, considera que es resultado de la tensión que este asunto ha generado “porque evidentemente preocupa y es importante para los segovianos”.
Desproporción
Hace ahora diez años, en abril de 2008, todos eran parabienes cuando el arquitecto británico David Chipperfield, ganador del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento para la construcción del Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT), presentaba personalmente en La Alhóndiga el embrión de este proyecto que nació con los primeros síntomas de la crisis económica y que, salvando las distancias, ha sido comparado con otras iniciativas descabelladas como el aeropuerto sin aviones durante años de Castellón o la inacabada ‘Cidade da Cultura’ de Santiago de Compostela, aunque por todo el territorio nacional hay ejemplos similares.
Antes de Chipperfield el entonces alcalde de Segovia, el socialista Pedro Arahuetes, con un equipo en el que ya estaba la ahora alcaldesa, Clara Luquero, como concejala de Cultura, valoraba el coste del CAT entre 60 y 90 millones de euros. El presupuesto del Ayuntamiento para 2018 supera por poco la primera cifra. Después de Chipperfield la inversión necesaria se elevó hasta los 130 millones y solo el palacio de congresos, uno de los once edificios proyectados, iba a suponer un coste cercano a los 60 millones.
Sin uso conocido
Diez años después solo hay un edificio, todavía sin terminar, y no se conoce su uso a corto plazo, qué o quiénes serán sus ocupantes. Esa es una de las principales críticas que el Gobierno municipal socialista está recibiendo en este ejercicio de parte de la oposición, con un PP especialmente activo desde el “fiasco” del último pleno, cuando Cs truncó la posibilidad de crear una comisión de investigación municipal para conocer todas las dudas que este proyecto genera a los populares.
Para el PP municipal, además de aclarar hasta la última factura relacionada con el CAT, es importante “conocer lo que va a pasar con el futuro del edificio CIDE”. Quiere garantías, saber con qué empresas se han mantenido contactos —el edil socialista no suelta prenda porque dice que le han pedido confidencialidad—, y qué condiciones llevan aparejadas si se instalan en Segovia.
La concejala de Centrados en Segovia, Esther Bermejo y el portavoz de IU, Ángel Galindo, incide asimismo en esa falta de concreción sobre el uso futuro de un edificio que ha costado muchos millones de euros sin que se sepa para qué va a servir.
Bermejo comenta que se puede decir que la nueva Biblioteca Pública del Estado o del INSS también han tenido costes elevados, “pero se sabe qué son, que beneficio tienen para los segovianos, algo que no sabemos todavía con el CIDE y va en detrimento de la ciudad”.
Galindo, tras la información que el concejal de Innovación, José Bayón, facilitó ayer en la Mesa del CAT, salió reafirmado “en que era y es un proyecto inapropiado, un megaproyecto que no era realista para una ciudad como Segovia y eso genera mucha frustración”.
El edil de izquierdas considera, además, que el actual equipo de Gobierno municipal, del PSOE, no lo asume como propio, “cuando se trata de un proyecto socialista y la alcaldesa ya era concejala en ese momento, muestra un modelo de ciudad fracasado y con un edificio sin terminar y sin uso, lo que es inadmisible”.
Oportunidad
De forma distinta lo ve el propio Bayón, que aunque reconoce que el proyecto conjunto del CAT sí está fallido, debido a la crisis económica, no para de repetir que el CIDE tiene un papel destacado en el proyecto de ciudad del actual Gobierno municipal, basado en la innovación tecnológica.
Entra en juego en ese planteamiento la implantación del 5G de forma pionera en la ciudad y una serie de iniciativas, entre las que se encuentra el proyecto Smart Digital Segovia, dirigidas a generar “un ecosistema de inversión pública, privada, atracción de empresas y creación de otras nuevas”, que se plasmará dentro del nuevo plan estratégico que cuenta con un plan específico de innovación, según detalla el edil socialista.
Con este argumento ha convencido a Ciudadanos, socio de los socialistas desde el ejercicio anterior, al menos para sacar adelante el presupuesto municipal. Su portavoz, María José García Orejana, defiende “la importancia de acabar el edificio y dotarle de contenido para que revierta social y económicamente en Segovia y en los segovianos, que a tanto hemos renunciado por este edificio en los últimos años”.
Un dato: la alcaldesa mostró su alegría el jueves por la cantidad de cosas que se van a poder hacer en la ciudad con 2,3 millones de remanentes, una décima parte de lo invertido hasta ahora en el CAT.
