Día primaveral para la Gimnástica Segoviana en el parque de El Soto, donde está ubicado el estadio del Móstoles URJC. Goleada, segundo triunfo consecutivo desde que Ramsés Gil se hizo cargo del equipo, primera victoria a domicilio de la temporada y fuera de los puestos de descenso después de muchas jornadas. Los castellanos resolvieron el encuentro en una primera media hora plena de eficacia, con doblete de Dani Arribas y otro de Javi Borrego. En el primero, Tejero se comió su zurdazo al primer palo; el segundo fue un lanzamiento de falta magistral que se coló por toda la escuadra; y el tercero, una contra guiada por Conde y culminada por Borrego tras deshacerse de hasta tres contrarios. El Móstoles apretó tras el descanso y puso en aprietos a Carmona, que intervino con acierto para evitar un tanto que hubiera podido cambiar el devenir del encuentro.
La ‘Sego’ llegaba arropada por casi doscientos aficionados y con la intención de refrendar el triunfo del pasado domingo frente al Compostela. No iba a ser fácil, pues enfrente la esperaba un rival curtido, con futbolistas veteranos y con virtudes tanto físicas como técnicas sobradas para ganar casi a cualquier rival. En El Soto, solo había cedido algunos empates y dos derrotas frente al Navalcarnero y al Arosa, aunque también es cierto que su rendimiento había bajado considerablemente en las últimas jornadas, con un único y ajustado triunfo frente al Marino de Luanco.
Lo mejor que suele ocurrir en partidos así es golpear primero y golpear pronto. El equipo de Ramsés salió con una intensidad superior a su rival y no tardaría en llegar el primer gol. En una jugada de derecha a izquierda, Arribas recibió en el pico del área, se internó y su remate con la zurda al primer palo se coló bajo el cuerpo del buen portero mostoleño, salvador en muchas ocasiones, pero que se tragó el balón.
La Gimnástica mantuvo sus credenciales, pero el Móstoles también subió un punto su apuesta, pudiendo empatar con un disparo de Carrasco desde el exterior del área que se perdió junto al palo. El que no falló a continuación fue de nuevo Arribas, tocado con una varita mágica ayer. Se encargó de incrustar un libre directo desde casi veinticinco metros, ideal para un diestro, en la escuadra derecha de Tejero para ampliar la ventaja.
Y, casi de inmediato, Álex Conde lanzaba un contragolpe, entregaba el balón a Javi Borrego y este, tras zafarse de hasta tres zagueros, acabó batiendo por tercera vez a Tejero, a pesar de que algunos de sus rivales le habían recuperado la posición. Tres zarpazos y una ventaja inesperada de tres goles, aunque con mucho partido aún por delante. Incrédulos los unos y asustados los otros, parecieron firmar una tregua hasta analizar lo sucedido en los respectivos vestuarios y recibir instrucciones para afrontar la segunda parte.
Con todo perdido, Víctor González retiró a sus dos laterales titulares, introduciendo por ellos a Paco Torres y a Fernando, con la intención de plantear un nuevo escenario. Pareció surtir efecto, porque los azulones salieron envalentonados y dispusieron de una buena ocasión en un cabezazo de Mantovani que se marchó alto. Los azulgranas sufrían en las acciones de estrategia y respiraron aliviados cuando el colegiado anuló un gol a Ledesma, por fuera de juego tras un córner.
Carmona realizó la primera de sus dos grandes paradas de la mañana de nuevo ante Mantovani, Javi Tejero perdonó la sentencia picando demasiado alto el balón ante la salida de Tejero y el capítulo de oportunidades se cerró con una doble ocasión mostoleña: Carmona repelió un primer remate de Álvaro Sánchez, Irizo estrelló el rechace en la cruceta y, finalmente, Borao alejó el peligro.
Cinco goles, por solo uno encajado, para seis puntos de un equipo que ahora aplica la filosofía del Cholo Simeone: intensidad durante los noventa minutos y pensar solo en el siguiente partido, que será frente al Leganés B en La Albuera (domingo, 17.00 h.).
