Este otoño se podrá disfrutar de los primeros garbanzos de Labajos bajo la distinción de Marca Colectiva ‘Garbanzos de Labajos’. De este modo, ya se han sembrado los primeros garbanzos siguiendo los controles pertinentes llevados a cabo por los servicios técnicos del laboratorio de la Diputación de Segovia. Será la primera cosecha con esta distinción, figura que ya ha tenido gran repercusión en la localidad, aumentando la demanda del producto, según ha informado la alcaldesa de Labajos, quien ha concluido que “todos estamos esperando a que llegue octubre para poder realizar, si las condiciones sanitarias lo permiten, nuestra Feria del Garbanzo”.
En esta primera campaña son seis los productores que se han animado a la siembra del garbanzo de la Marca Colectiva con un total de 12,8 hectáreas localizadas íntegramente en el municipio de Labajos. “Con un rendimiento esperable de 1.200 kilos por hectárea se podría alcanzar una producción de 15.000 kg”, ha destacado la alcaldesa de la localidad, Margarita Meroño.
Además, según han asegurado desde la Asociación de la Recuperación y Promoción del Garbanzo de Labajos “se espera poder realizar una buena promoción de la marca de modo que en sucesivas campañas se crezca en cuanto superficie de cultivo y operadores”. La Asociación también tiene previsto organizar talleres para niños y adultos, este verano, durante la recolección de la primera cosecha.
Saludables, sabrosos y sostenibles
Tanto el Ayuntamiento de Labajos, como la Asociación y la institución provincial coinciden en promover la Marca Colectiva ‘Garbanzos de Labajos’ “como bandera de las tres eses”, puesto que son “saludables, sabrosos y sostenibles”. En primer lugar, según ha destacado la Diputación, «saludables» porque como leguminosa de calidad y alto valor nutricional, muchos vuelven a mirar este producto como una de las tablas de salvación frente a los problemas de obesidad y cardiovasculares de nuestra sociedad.
Además, «sabrosos» porque los garbanzos de Labajos han sido reconocidos organolépticamente con unas cualidades excelentes que no defraudan al consumidor; y «sostenibles», a nivel de consumo, por tratarse de un producto local, y por su baja huella de carbono que a nivel agronómico y medioambiental lo convierten en una alternativa real a la rotación con cereales tradicionales. Se trata de una planta mejorante que permite fijar nitrógeno en el suelo, característica que beneficia al cultivo que se siembra detrás al contar con una tierra más nutritiva y reduce el uso de fertilizantes.
