Los presos de ETA de cuatro cárceles del sur llevan meses en una campaña organizada que consiste en remitir centenares de escritos de queja al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, que terminan por colapsar el juzgado por la necesidad de revisar sus peticiones, aunque en ningún caso son correspondidas por lo inverosímil de sus exigencias.
Estas mismas fuentes no dudan de que se trata de una acción organizada porque, aunque los escritos los realizan presos distintos de manera individual, todos guardan una similitud en el formato y el modo de plantear las reivindicaciones.
Afirman que el Colectivo de Presos de ETA (EPPK por sus siglas en euskera) ya recurrió a este tipo de protestas coordinadas en el pasado, aunque llevaban una larga temporada sin hacerlo. En todo caso, los escritos de queja que llegaban al juzgado lo hacían de forma aislada.
Los escritos proceden de los centros penitenciarios de Córdoba, Morón de la Frontera, Huelva y Albolote.