Cada fin de semana más cercano a la Semana Santa, la villa cuenta con un acto que prepara a la vecindad para esos días. Año tras año consiguen atraer a más público con las iniciativas, y esta del pregón nazareno consiguió el domingo llenar el templo de San Miguel. La apertura de la Semana Santa para los nazarenos da comienzo con este pregón, que en esta ocasión se dividió en varios discursos de los invitados como pregoneros.
Al altar mayor se acercó en primer lugar el presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Nava del Rey, Guillermo Hernández Polo. En sus palabras, llenas de sentimiento, habló de la importancia de “proclamar nuestras creencias sin el temor que impone la sociedad”. En varias ocasiones se refirió a la labor de las cofradías en esta difusión del cristianismo, de ser “seguidores de Cristo, con el compromiso real que significa serlo”. “Parece que ser cristiano está mal visto y acabamos encogiéndonos ante la adversidad, en una sociedad cada vez más laicista”, pronunció el pregonero. Referencias a La Saeta y a los elementos de la figura del nazareno, como los clavos, realizó símiles con la vida misma de los cofrades y sus sacrificios. Además realizó un breve repaso por algunos de los actos más significativos de la Semana Santa cuellarana, “seña de identidad”; “está tardando demasiado en ser reconocida de Interés Turístico Regional”, reclamó. También se refirió a la disposición que crean entre los cofrades las melodías y compases de las bandas, que posteriormente cumplieron con ello al interpretar varias piezas. En segundo lugar, el público pudo escuchar a Guzmán Alonso, alcalde de Nava del Rey, que también actuó como pregonero en esta actividad organizada por la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno.
El regidor local de Nava del Rey realizó otro discurso en el que destacó que se avecina un tiempo para “reflexionar y pensar, para leer, aprender conversar y escuchar a los demás, agradecer lo vivido, pedir por la salud”. Alonso agradeció la propuesta de realizar el pregón y participar en las actividades cuellaranas, de las que ensalzó sus pasos y procesiones. “Los templos abren sus puertas y nuestros pueblos se convierten a la vez en templos”, comentó. “Escena tras escena, la Pasión se actualiza”, prosiguió el pregonero, que realizó un recorrido por la procesión, desde la Cruz hasta el final del desfile, con metáforas entre los cofrades; “la luz de los faroles, los penitentes, las músicas melancólicas, los Cristos despojados, el dolor de la Madre en Soledad, el camino llenándose de sentido”.
Tras las palabras de apertura de estas dos figuras, se dio paso a la música, que es elemento fundamental en este acto, que además de pregón es encuentro nacional de bandas, concretamente el tercero que realiza la cofradía cuellarana. Entre el público se pudo ver a miembros d eotras bandas de cornetas y tambores cuellaranas, ávidos de contemplar el buen hacer de la banda Félix Martín de San Lorenzo, Segovia y la de las Tres Caídas de Madrid. Ambas demostraron la tradición arraigada. La primera de ellas ya había visitado en otras ocasiones la villa, como por ejemplo en el 20 aniversario de la salida en andas de Nuestra Señora de La Soledad. La banda de las Tres Caídas levantó especial expectación por su fama, emocionando con la interpretación de las marchas a todos los presentes. Para finalizar, ‘Marcha Real’ resonó en la Plaza Mayor a cargo de ambas bandas, cerrando así el domingo en Cuéllar.
