Ya suenan ruidos de sables. Las palabras de los políticos candidatos a la alcaldía segoviana se llenan, en algunos casos, de alabanzas por los proyectos ya realizados y las promesas cumplidas; en otros, de críticas por no saber o no haber podido cumplir con los objetivos y las aspiraciones de los ciudadanos. El caso es que de aquí hasta las elecciones del 28 de mayo vamos a tener a los aspirantes difundiendo las excelencias de su ideario político.
Seguro que en las listas de cada partido, realizados los preceptivos sondeos externos e internos, ya se habrán hecho sus cábalas para saber el número de concejales que podrían conseguir y colocar en sus listas a las personas que abordarán en un futuro la gestión de las correspondientes concejalías. En el caso de la de Deporte, ya se comunicará quiénes son los futuribles, que esperemos sean sensibles y con conocimientos en este ámbito tan importante para la vida de los segovianos.
Los discursos de todos ellos ya adelanto que no diferirán de los siguientes argumentos: promover el deporte para fomentar los hábitos de vida saludables, mejorar las instalaciones y optimizarlas, organizar y apoyar eventos deportivos, fomentar el deporte inclusivo o establecer acuerdos con organizaciones locales y nacionales para mejorar la oferta deportiva. A cada uno de estos objetivos se le pone una acción concreta y ya tenemos el programa.
Ahora bien, como le ha pasado a la actual concejala y probablemente a los anteriores en su puesto, el presupuesto asignado por la corporación en materia de deporte es insuficiente para abordar todos los frentes, además de no recibir las ayudas necesarias desde las administraciones autonómica y central, sea por la razón que sea. Por tanto, espero que los deseos de los candidatos tengan luego su confirmación con un apoyo económico que hasta ahora no ha tenido para que así las palabras se hagan realidad.
