La ciudad de Cantalejo vuelve a tener un duelo político entre dos equipos, algo que se viene repitiendo por quinta legislatura consecutiva. Los dos contrincantes representan la experiencia y la continuidad por un lado, y la renovación y la inexperiencia por el otro.
Los populares se hicieron con el bastón de mando en mayo de 1991. Gracias al único concejal que obtuvo el CDS, y que hizo de bisagra, el PP arrebató la Alcaldía al PSOE, que había ostentado el poder hasta ese año de la mano de Manuel Agudíez, uno de los socialistas históricos segovianos.
Ese año fue el punto de inflexión para el PP, que desde entonces ha cosechado mayoría cada convocatoria. José Antonio Sanz Martín (PP) accedió a la Alcaldía cuando el actual candidato del PSOE, Máximo San Macario, aún no había alcanzado la mayoría de edad. Curtido en la política como alcalde y como diputado provincial donde además es portavoz de grupo, Sanz Martín aspira a seguir gobernando en base a la “experiencia y compromiso” para que Cantalejo “sigua siendo un referente en el desarrollo de la comarca”. El joven candidato socialista, Maxi, identifica a su equipo como “capaz, trabajador y lleno de ilusión”.
Finalidad
El objetivo final de los programas de ambos resultan similares: mejorar el bienestar de sus convecinos. Ambos tienen dos hijos cada uno, para los que se entiende que desean el mejor futuro. Sin embargo su visión del presente les diferencia. No están de acuerdo con la situación económica de las arcas municipales. El PSOE reitera que el municipio está endeudado, algo que niega el equipo de Gobierno que representa el PP.
Los dos cabeza de lista son conscientes de los recursos naturales con que cuenta el municipio, como sus amplios pinares, el complejo lagunar recuperado, o la proximidad al Parque Natural de las Hoces del Duratón que incide en la actividad económica del municipio. También valoran las tradiciones y el folclore que tiene su máxima expresión con la gacería , y no olvidan en sus programas la cualidad de cabecera de comarca que ostenta y que ha permitido a Cantalejo ser referencia y núcleo de atracción de los habitantes del entorno, a los que también incluyen en sus argumentos electorales.
En la evolución electoral del municipio se observa un pequeño cambio en los últimos años. Sí ha sido importante en la reducción de opciones políticas. En 1987 llegó a haber cuatro candidaturas. Entonces fue AP (que desapareció al surgir el PP) la que estaba en la oposición con el PSOE en mayoría absoluta. Pero aquí no han fraguado candidaturas regionalistas, ni ecologistas, ni otras que sí han logrado alcaldías en la provincia, como IU.
En los últimos 20 años ni la población ni el censo electoral se ha alterado excesivamente. En 1987 había 3.620 habitantes y este año hay 3.967. Los votantes del 87 fueron 2.835, y en las últimas municipales de 2007 votaron 2.841. La abstención registrada entonces fue del 26,8 por ciento, la misma que en 2007. Y hasta los votos nulos y en blanco siguen siendo similares (35 y 30 en 1987, y 42 y 48 respectivamente en 2007).
Sí se ha tenido que aplicar este año un nuevo condicionante: en las candidaturas que han elaborado ambos equipos han tenido que tener en cuenta el imperativo impuesto por la nueva Ley Electoral, modificada en base a la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres. Les ha obligado a hacer listas paritarias como también ha ocurrido en el resto de municipios de más de 2.000 habitantes. Una paridad que se conserva a nivel de oferta política, pues sólo aspiran dos formaciones a gobernar el vilorio sierte.