Aunque parezca que ha pasado mucho más que un año, ayer se cumplió el primer aniversario del comunicado que ETA hizo en un vídeo en la BBC sobre el cese temporal de sus atentados. La respuesta de las principales formaciones vascas sigue siendo la misma: es insuficiente, porque debe desaparecer, y así lo deben exigir Bildu y a la izquierda abertzale. Afortunadamente, PP y PSE se mostraron más cercanos que de costumbre, y desde Génova no se cruzó un solo reproche.
Así, mientras el presidente popular en el País Vasco, Antonio Basagoiti, indicó que «mejor un año sin bombazos, asesinatos y funerales que un año con ellos por parte de ETA, pero no me calmaré hasta conseguir que desaparezca definitivamente», el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, recalcó que: «Ni Bildu ha hecho lo que tenía que hacer, que es exigirle a que desaparezca, ni la organización ha hecho ningún anuncio en este sentido». Además, el dirigente socialista afirmó que el alto el fuego es una «medalla» que no se le puede colgar a la banda, sino al Estado de Derecho
Mientras, el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, indicó que «si ETA no ha anunciado el cese definitivo lo que cabe es que, desde la izquierda abertzale, se le diga: Tu tiempo ha acabado».
El coordinador general de EB, Mikel Arana, reconoció que la ausencia de acciones violentas por parte de ETA significa que se está más cerca de alcanzar la paz, aunque subrayó que esta situación es «insuficiente», por lo que exigió la desaparición definitiva de la organización terrorista.
Desde UPyD, Gorka Maneiro solicitó al Gobierno Vasco que diga «alto y claro que nunca tratará a los representantes batasunos como democráticos» mientras siga existiendo ETA, y que inste a la Fiscalía a ilegalizar Bildu, cuyos portavoces, y los de la izquierda abertzale, solicitaron a Patxi López y al resto de partidos vascos que den pasos para avanzar en el proceso de paz.
El portavoz de la coalición en el Parlamento de Navarra y responsable de EA, Maiorga Ramírez, subrayó que «hay que exigir al Estado y los partidos estatales que obren en consecuencia y estén a la altura de las circunstancias». Como el eco se mostró el dirigente de la izquierda abertzale Txelui Moreno, que pidió al Gobierno que avance en el proceso de paz, deseando que lo haga «al unísono y llegando a acuerdos con el PP».
Hay veces en que las expresiones del mundo de Batasuna invitan a la risa o a llorar. Solo así se explica que pidan el «desmantelamiento de las estructuras militares» de la organización criminal, como si de todo un Ministerio de Defensa se tratara.
Ya en Madrid, el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que la tranquilidad de los empresarios vascos y navarros, después de que ETA les cancelara su exigencia del impuesto revolucionario, es «lo más bonito» que le han dicho en toda su carrera política.
Urkullu habla con Zapatero… y Rajoy
El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, confesó ayer que ETA es «un tema que está constantemente en las conversaciones» que mantiene con Zapatero y el PSOE, aunque admitió que también es un asunto que se aborda con el PP, incluido con Rajoy, con quien dijo haberse reunido.
El dirigente nacionalista defendió la postura del PNV de «hablar con todos» y explicó que «el tema del terrorismo, el final dialogado de la violencia, lo que puede ser la política penitenciaria, la reinserción, los pasos hacia la concordia y la reconciliación, tiene que ser tratados con todas las formaciones políticas». Eso sí, sobre la aceptación de Aralar de unirse a Bildu en el 20-N, no se pronunció. Quizás hoy, tras verse con los abertzales, que le volverán a pedir que se una a ellos para las generales. De momento, el bloque de Zabaleta ha logrado que su gran socio desde hace años, NaBai, haya respetado su polémica decisión.
