El Partido Popular de Segovia se compromete a seguir trabajando para que la provincia de Segovia sea la siguiente en contar con una unidad satélite de Radioterapia, tras el anuncio del consejero de Sanidad de la Junta, Antonio María Sáez, confirmando la implantación de este servicio en Ávila. Los populares explican en una nota de prensa que existe un compromiso “claro para que así sea” y los segovianos, “en un futuro cercano”, no tengan que trasladarse a otra ciudad para recibir este tratamiento “garantizando la calidad y seguridad”, así como “la cercanía y accesibilidad del servicio” y evitando “añadir añadir más sufrimiento e inconvenientes a estos pacientes”.
Desde el PP se quiere enviar un mensaje a familiares, pacientes y asociaciones con especial sensibilidad en las enfermedades oncológicas: “Vamos a seguir trabajando porque nuestra provincia albergue la segunda unidad satélite de radioterapia en el menor plazo de tiempo posible”. Los populares esperan que “en breve” se obtengan resultados “muy positivos” para los segovianos sobre este servicio por el que dicen llevan trabajando “mucho tiempo”.
Los populares que lidera Paloma Sanz entienden que la decisión de la Consejería de Sanidad de abrir la primera unidad satélite en Ávila está motivada por “razones sanitarias de peso” pero defiende que la demanda de los segovianos es suficiente para contar con un servicio de estas características en la provincia.
El delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, ha reiterado a esta redacción que la decisión de instalar una unidad en Ávila obedece exclusivamente a que el Hospital de Salamanca, del que depende, ha concluido la fase de modernización tecnológica que recomendaban los expertos como fase previa a la implantación de los centros satélites. “Nosotros dependemos del Hospital Clínico de Valladolid, que está en ese proceso de concluir la modernización de equipos y personal y en el momento que termine, llegarán las unidades satélite y la primera será de Segovia”, ha indicado López-Escobar. El delegado asegura que no hay plazos definidos “ni para Ávila ni para ninguno” y precisa que la implantación no tiene una sucesión hermética. “No hay que esperar a que una termine una para empezar otra”.
