Portugal se desquitó de su eliminación en los octavos de final del Mundial de Sudáfrica con un amplio triunfo ante España, que cerró su gran año 2010 con otra dolorosa derrota, como le ocurrió en el amistoso de agosto en Argentina.
A la ‘roja’, que estrenaba en su camiseta la escarapela de campeona universal, no le bastó esta vez con el toque, con su juego combinativo, con su mágico fútbol, porque se mostró en exceso parsimoniosa y con escasas rupturas. Hasta le faltó el acierto mínimo.
Portugal, herida por su prematuro adiós mundialista, actuó con mucha más intensidad. Y fue un partido con dos vertientes, con un primer tiempo en el que Cristiano Ronaldo atesoró todas las miradas y un segundo en el que, con el viento muy a favor, con 2-0 al inicio, los lusos quisieron destrozar a España a la contra.
Para Cristiano Ronaldo no hay partidos amistosos. Tan solo compartió buenas vibraciones con los españoles antes de iniciarse el partido y pronto tuvo sus más y sus menos con Sergio Busquets.
Entre ambos se encargaron de ponerle picante al choque. Primero porque se repartieron dos tacones. Inauguró la cuenta el luso y siguió el español. Poco después fue el barcelonista el que, con una dura entrada, se ganó la primera amarilla y acto seguido respondió el madridista. También se llevó su amonestación. El clásico de dentro de dos jornadas comenzaba a tomar cuerpo.
No cesó ahí su protagonismo, pero a partir de ese fue para bien, sobre todo con una jugada que se iba a convertir en gol, con Casillas batido de no haber sido por la intervención de Nani, en fuera de juego, que al remachar obligó al colegiado a anular el tanto.
Habían discurrido 37 minutos en los que España, sin forzar y en una versión más relajada, no lograba imponer su estilo ante una aguerrida selección local. No obstante, Iniesta, a los once minutos, y sobre todo David Silva, a los 31, tuvieron dos claras opciones de poner por delante a la actual campeona del mundo, pero no acertaron anta la meta lusa.
El gol anulado espoleó aún más el espíritu de Portugal, que se lanzó al área española en busca del premio hasta que Martins firmó el primero antes del descanso.
La revancha lusa de los octavos de final del Mundial comenzó a tomar cuerpo, aunque hasta entonces España no se había exigido mucho a sí misma.
Paulo Bento acabó en el descanso con el protagonismo de Ronaldo, porque lo suplió por Danny. También entró en escena Pepe. Mientras, Del Bosque optó por dar entrada a Marchena, Cesc y Fernando Torres en lugar de Piqué, Xavi y Villa.
Y aunque la ‘roja’ amenazó en los inicios del segundo tiempo en una internada que Torres no pudo resolver y un disparo desde el centro del campo de Xabi Alonso que casi sorprende al meta Rui Patricio, la mayor intensidad de Portugal le concedió su segundo gran rédito con una internada de Moutinho que resolvió Postiga.
A partir de ahí, el cuadro luso podía hacer lo que mejor sabe, correr al contragolpe con un puñal como Nani e incluso Danny, para masacrar a una España obligada a arriesgar más. Llorente y Cazorla fueron las nuevas soluciones de Del Bosque, pero no bastó porque, tras una ocasión malograda por Cesc Fábregas, Portugal se encontró con un nuevo gol, el segundo en la cuenta de Hélder Postiga, y cerró la fiesta con el cuarto, obra de Hugo Almeida.
La llegada de Paulo Bento en lugar de Carlos Queiroz ha dado sin duda nuevos aires al cuadro vecino, cuyo juego fue seguido con ‘olés’ por el poco público local, que no daba crédito.
Este resultado y el de Argentina no pueden empañar el año mágico de la ‘roja’, de la campeona del mundo, pero sí que deben ser tomados como claros ejemplos de que no hay nadie imbatible.
