Después del baño de multitudes mediáticas que el pueblo español otorgó al Monarca en la entrevista emitida el pasado viernes con motivo de su 75 cumpleaños, con una audiencia superior a los 2,7 millones de telespectadores, el Rey afrontó ayer su primer acto oficial del año: la Pascua Militar en el Palacio Real de Madrid, a cuya llegada fue recibido por cientos de personas que esperaban verle.
Don Juan Carlos recalcó ayer en el tradicional discurso del Día de Reyes que la crisis económica es «una amenaza a la seguridad», e hizo hincapié en que hay que «priorizar el esfuerzo» para que puedan mantenerse las capacidades militares que «garanticen una disuasión verosímil en defensa de los intereses de España».
En su alocución, ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los ministros de Defensa, Pedro Morenés, e Interior, Jorge Fernández Díaz, el Monarca pidió también a los militares que, ante esta situación, contribuyan «con más ahínco si cabe, a la tarea colectiva de sacar adelante a esta gran nación con esfuerzo, generosidad y espíritu de sacrificio».
A los miembros de las Fuerzas Armadas también les trasladó que la sociedad tiene «plena confianza» en su «capacidad, iniciativa y entusiasmo para conseguir este objetivo», porque saben que sus «valores y formación» les permiten superarse «en las dificultades».
El Soberano apuntó que ese «vínculo» de la sociedad con el Ejército se vio «aún más reforzado durante el pasado verano, cuando los incendios asolaban» el país. «Nuestros soldados fueron requeridos entonces y actuaron sin descanso. Supieron, como siempre, cumplir fielmente con sus obligaciones», subrayó.
Don Juan Carlos comenzó su discurso en el Salón del Trono recordando a los militares fallecidos en acto de servicio en 2012, y destacó la labor de los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil que se encuentran desplegados en las misiones en el exterior, cumpliendo «con su deber lejos de España». «Dan buena prueba de profesionalidad y eficacia, de humanidad y rigor, de valor y disciplina», apostilló.
Respecto a la situación del Ministerio de Defensa, el Monarca señaló que ve que en este departamento hay «plena conciencia de las dificultades y una total disposición a enfrentarlas», tal y como se plasmó en la Directiva de Defensa Nacional aprobada el pasado verano.
Como balance del año pasado, Su Majestad aseguró que conserva «la imagen de la memorable ceremonia» en la que tuvo «el honor de imponer» la Laureada Colectiva, que es la máxima condecoración militar, al Regimiento de Caballería Alcántara, que dio su vida para proteger a sus compañeros durante la retirada del Rif en el Desastre de Annual en 1921.
