Irene Fernández y Carlos Gil son miembros de la Asociación de Peñas del Vilorio (APV). Ellos son los encargados de promover en las fiestas de Cantalejo las actividades que no organiza el Ayuntamiento, como son los juegos, las charangas, el recorrido de peñas… Año tras año las fiestas de Cantalejo tienen actividades en las que la APV esta involucrada, dando un sentido a las fiestas de su propio pueblo.
– ¿Cuánto tiempo estáis preparando las fiestas?
– I: Pues prácticamente todo el año. Nuestras fiestas son en agosto, por la Asunción y San Roque, por lo que nosotros tenemos las primeras reuniones como en octubre, en noviembre como tarde. Organizamos lo que vamos a hacer, vemos lo que ha funcionado, lo que no, nos dividimos las tareas, el torneo de navidad… Al final es un trabajo que requiere una organización mucho tiempo antes para poder cuadrar las cosas y hacer todo lo mejor posible.
– ¿Cuántos miembros sois en la APV?
– C: Somos once personas completamente voluntarias. Al final la APV es una asociación sin animo de lucro. Nosotros nos metemos voluntariamente y no cobramos nada. Lo hacemos por amor a las fiestas y al pueblo y porque nos gusta que en el pueblo se hagan actividades o fiestas.
– ¿Cómo os coordináis las once personas para organizar las fiestas?
– I: Bueno no somos todos de aquí, ósea sí lo somos, pero no vivimos aquí todo el año; entonces coordinarse a veces cuesta. Nos reunimos muchas veces, la primera reunión es para hacer balance de las fiestas pasadas: esto ha funcionado, esto hay que cambiarlo, cómo hemos hecho, qué tal ha salido… Luego acabamos repartiendo las tareas, porque al final es un trabajo de llamar a charangas, a Djs… Y ya luego, una vez lo tengamos, hay que coordinarse con el Ayuntamiento y otras actividades, porque tratamos de no pisarnos entre nosotros.
– ¿Cuáles son las mayores dificultades?
– C: Pues al final, como decía Irene, somos once personas que muchas no viven aquí durante el año, y las reuniones son difíciles. A pesar de que intentamos entendernos, hay veces que se complica la comunicación. Luego una vez tenemos las cosas cogidas, el cuadrar los horarios, ya no solo nuestras propias actividades sino también las de Ayuntamiento, las de los bares, las que hagan otras peñas; pues se hace complicado. Pero al final, todo sale y suele salir bien.
También es verdad que, una vez las tareas están distribuidas, pues todo es más fácil. Luego para cuadrarlo, tenemos mil reuniones con todas las entidades y, cuando todo está, y ves las fiestas, dices: «Ha sido un buen trabajo».
– ¿Por qué os metisteis en la APV?
– I: Al final. creo que todos nos metimos un poco por lo mismo: somos gente que siempre está en todo, que, aunque no estuviéramos dentro, ayudábamos muchísimo a los que estaban y siempre se necesita gente. Nosotros echábamos una mano casi sin querer porque estábamos en todas las actividades. También porque somos gente con mucha iniciativa y amor a las fiestas. Sabemos que tenemos que sacarlas a delante y lo hacemos porque ese es nuestro trabajo, un trabajo que hemos querido tener.
– ¿Cuáles son las actividades favoritas de la APV?
– I: Bueno, las actividades favoritas de los que formamos la APV suelen ser los vermús. Ya no solo eso, sino también el recorrido de peñas de por la noche y los juegos. Creo que sin duda son las actividades que más valoramos. Y bueno, también en las que mejor nos lo pasamos.
– ¿Se viven diferentes las fiestas siendo de la APV?
– C: Sí, sin duda, porque no es solo disfrutar, también tienes una responsabilidad de que todo salga bien, que todo esté organizado, que nada se altere a lo planeado… Pero a pesar de que no es como ser un espectador, no es malo. Nosotros hemos tenido la suerte de que entre todos los que estamos dentro de la APV nos llevamos muy bien y hemos formado nuestro grupo a parte de nuestras respectivas peñas. Entonces, mientras lo organizamos todo y cuando tenemos que estar juntos, estamos disfrutando.
– ¿Por qué la gente tiene que venir a Cantalejo de fiesta?
– I: Porque somos un pueblo grande y con mucha gente muy agradable. Acogemos a todo el mundo siempre y hay actividades a todas horas para que nadie se aburra.
– ¿Os merece la pena formar parte de la APV?
– C: A mí sí: la gente luego viene y te felicita por el trabajo que has hecho y eso es muy gratificante; y aunque haya criticas que no tienen sentido, ni siquiera sean constructivas ni nada, esa gente es muy poca. La gran mayoría valoran nuestro trabajo y, si creen que hay que cambiar algo, lo dicen, exponen motivos y dan ideas y eso lo agradecemos un montón.
