Extraña la programación de un concierto de pop electrónico un domingo por la mañana, a las 12.30 horas, y en una iglesia románica, por mucho que hoy en día esté reconvertida en museo y ahora en sala de cine por obra y gracia de la MUCES.
Extraña que en el programa de la Muestra apareciese anunciado como un concierto de Música de Cine, por lo que era previsible que un público extraño para un concierto de pop electrónico llenase las gradas, extrañas éstas, cuando no molestas, para disfrutar de un concierto de pop.
El grupo checo Midi Lidi es una excelente banda en lo suyo, la música electrónica y ayer presentó a un auditorio formado mayoritariamente por profanos en este género parte de las canciones de tres de sus discos relacionados con bandas sonoras de películas. Apoyados con la proyección de imágenes digitales, sus componentes: Petr Marek (canto, electrónica, teclado), Markéta Lisá (canto, electrónica, teclado, saxofón) y Prokop Holoubek (canto, percusión, teclado, clarinete, guitarra) demostraron por qué son uno de los grupos más seguidos y premiados de la República Checa.
Lástima que parte del público optara por marcharse. En un momento dado una joven checa se lanzó a bailar animosa junto al escenario pero con nulo seguimiento por el público segoviano. Habrá que confiar en una mejor respuesta mañana por la noche en la sala Joplin. Por cierto, ayer a los rezagados casi no les dejan entrar porque había comenzado el concierto. ¿Pop o misa de doce?.
