Un discutido penalti transformado por Zlatan Ibrahimovic le dio ayer la victoria al Barça ante el Espanyol, en un encuentro en el que los de Pep Guardiola se olvidaron de su mejor versión.
Los ‘culés’ ofrecieron su peor cara en muchas jornadas. No sufrieron en exceso, pero sí se vieron superados durante muchos minutos por sus adversarios.
El exceso de encuentros en pocas fechas pasó factura a la escuadra azulgrana. Eso, y el hecho de que cambió su manera de jugar y dio más protagonismo a los apoyos en la medular de Ibrahimovic.
Sin Messi, lesionado y que ofreció a la hinchada su recién recibido Balón de Oro, el Barça buscó la proyección por la banda de Pedro, quien estuvo muy incisivo y dispuso de una fantástica ocasión en el primer tiempo, cuando robó un balón a Chica y remató mal.
Los visitantes casi se limitaron a defender, sobre todo en los 45 minutos iniciales, cuando al equipo de Mauricio Pochettino la posesión apenas le duraba.
El combinado del Camp Nou no construyó a partir de Xavi e Iniesta, como es habitual, sino utilizando a Ibrahimovic y sus numerosos desmarques.
De hecho, el nórdico asistió en dos oportunidades que pudieron ser gol. Una a Henry (m. 17) y otra a Maxwell (m. 36).
Sin embargo, el único tanto de la contienda llegó gracias a un penalti transformado por el ‘9’ del Barça en el minuto 39. Xavi cayó dentro del área y el colegiado señaló una pena máxima protestadísima por los ‘periquitos’.
El panorama varió en el segundo acto, con la entrada de Javi Márquez y Callejón por parte del Espanyol.
Con mucho desparpajo, aunque sin las ideas muy claras, los blanquiazules se fueron marchando poco a poco hacia arriba, ante un contrincante demasiado impreciso.
Los locales, que no tenían frescura física, aumentaron su solidez con la salida al campo de Keita. Posteriormente, Bojan sustituyó a Ibrahimovic, aunque no consiguió sentenciar el duelo.
Al final, al Espanyol le quedó el consuelo de haber plantado cara al Barcelona, pero dejó el estadio con la amarga sensación de que pudo sacar un punto.
El atlante, primer rival
Por otro lado, cabe mencionar que el Atlante mexicano se convirtió ayer en el adversario del Barcelona en las semifinales del Mundial de clubes.
En el torneo, que se está disputando en Abu Dhabi, el combinado azteca se impuso por un rotundo 0-3 al Auckland City.
La diana inicial la firmó Daniel Arreola en el minuto 36. En la segunda parte, sentenciaron Christian Bermúdez y Lucas Silva.
