La jueza de instrucción número 1 de Tui decretó ayer el ingreso en prisión comunicada y sin fianza para F.G.L., el empresario investigado por la explosión de un almacén clandestino de material pirotécnico, que costó la vida a 2 personas y causó 37 heridos, y a quien la Guardia Civil localizó el pasado fin de semana otros dos depósitos ilegales de este material.
F.G.L. compareció por segunda vez ante la magistrada, después de haber quedado en libertad con cargos el pasado viernes. Entonces, la jueza impuso como medida cautelar la comparecencia los días 1 y 15 de cada mes de este pirotécnico, investigado por homicidio imprudente, lesiones y daños imprudentes, y riesgo catastrófico (y ahora también por tenencia ilícita de explosivos).
Tras la localización, el pasado fin de semana, de otros dos almacenes clandestinos de material explosivo vinculados con este empresario, en los que se ocultaban más de 1.600 kilos de este tipo de sustancias, la Guardia Civil lo detuvo por segunda vez y ayer compareció de nuevo en el juzgado.
En esta ocasión, según informaron fuentes del TSXG, “la jueza entiende que, tras la aparición de los depósitos, cuya existencia no mencionó en su declaración de la pasada semana, las circunstancias han variado, y por eso acuerda su ingreso en prisión”.
Así, la magistrada considera que “existe riesgo de alteración de fuentes de prueba y de reiteración delictiva”. Además, al existir la posibilidad de que las penas que se le impongan sean mayores, entiende que, a pesar del arraigo, “ha aumentado el riesgo de fuga”.
Por su parte, el abogado de F.G.L., Ricardo Valencia, confirmó, a la salida del juzgado, que su cliente ingresa en prisión “por los hechos del fin de semana”, y que, además de los supuestos delitos por los que venía siendo investigado, ahora se le atribuye tenencia ilícita de explosivos y riesgo catastrófico.
Con respecto a la comparecencia de su patrocinado, el letrado defensor confesó que ha prestado declaración y que aseguró a la jueza que “no hay más” almacenes clandestinos de material explosivo.
F.G.L. llegó sobre las 10.00 horas a los juzgados de Tui, escoltado por la Guardia Civil y con la cabeza cubierta por una capucha. Cuando estaba a punto de entrar al edificio, un vecino se abalanzó sobre él e intentó agredirle, aunque fue contenido por agentes de la Benemérita y de la Policía Local.
Este vecino, Jaime Bugallo, es uno de los afectados por la explosión del pasado miércoles en la parroquia de Paramos y su casa, pegada al almacén pirotécnico clandestino, saltó por los aires y quedó “destruida”. Él mismo explicó ante los medios, poco después del incidente a las puertas del juzgado, que perdió los nervios y actuó llevado “por el corazón” cuando intentó atacar al pirotécnico.
Denunciante
En las inmediaciones del juzgado de Tui estuvo también ayer Francisco Gómez, vecino de Baldráns que lleva años litigando con el dueño de la pirotecnia por cuestiones urbanísticas. Según explicó, en declaraciones a los periodistas, lleva “14 años luchando” contra las supuestas irregularidades de F.G.L., y lamentó que “nadie hace caso” pese a que hay sentencias que anulan las licencias de la pirotecnia y ordenan la demolición de parte de las instalaciones.
Con respecto a lo sucedido en Paramos y a la localización de otros dos depósitos ilegales de materiales peligrosos, este vecino proclamó que la existencia de esos zulos era conocida por varias personas y que “hay más” pero que “la gente no da la cara, no habla porque le tiene miedo”.
“Yo mismo fui a la Guardia Civil para advertirlo, pero no me hicieron caso, ni siquiera tramitaron la denuncia”, añadió para después confirmar que “todo esto” lo ha transmitido a la Policía Judicial de Guardia Civil, ante quien prestó declaración ayer mismo.
