El cineasta Philippe Faucon reivindica el trabajo y el esfuerzo de los inmigrantes por tener una vida mejor en occidente en el filme ‘Fatima’, basado en los versos autobiográficos de Fatima Elayoubi, una inmigrante marroquí que luchó por conseguir una vida mejor para sus hijos, cuya historia se alzó recientemente con el premio Cesar a la mejor película. “Un árbol que cae hace más ruido que un bosque que crece, pero hay una necesidad de hablar del bosque que va creciendo”, manifestó el director durante una entrevista concedida a los medios con motivo del estreno de esta película en España mañana.
Tal y como explicó, su anterior película, ‘La désintégration’, aborda la radicalización del islamismo. Sin embargo, el mensaje que quiso transmitir a la sociedad fue demostrar que se ha hablado mucho de las dificultades de los barrios sensibles y de problemas como la droga, la violencia y el yihadismo, pero “muy poco” sobre aquellas personas que “se despiertan a las cinco de la mañana para trabajar y ofrecer a sus hijos una vida mejor que la que ellos tuvieron”. “Es importante darles una presencia que hasta ahora no han tenido”, recalcó Faucon.
Por ello, Faucon ha narrado en este filme el sacrificio y la epopeya de miles de inmigrantes a partir del dibujo creado basándose en los textos que la Fatima real escribió. Según explicó, su conocimiento del francés era inexistente cuando llegó a Francia y supuso una gran barrera, no solo con los vecinos, sino también con sus propias hijas, nacidas allí, motivo por el que comenzó a escribir en versos su lucha, con el objetivo de expresar en su lengua materna todo aquello que no podía pronunciar.
No obstante, y en referencia al yihadismo, Faucon es consciente de la persistencia de aquella realidad que narró en su anterior filme, que cuenta “la deriva de tres jóvenes nacidos en Francia que tienen la sensación de que no forman parte de la sociedad francesa”. “Es cierto que los que reclutan a los posibles yihadistas recuperan ese sentimiento que se ven entre muchos jóvenes, la idea de que no forman arte de la sociedad francesa. Conocen ese sentimiento muy bien y saben cómo manipularlo”, dijo.
Respecto a los retos que tiene la sociedad francesa para conseguir mayores éxitos en la integración de inmigrantes, el cineasta galo señaló que se trata de una historia “llena de dificultades y de fracasos”, aunque también hay “logros”.
“Francia se ha dado cuenta poco a poco de que hay personas que han llegado que forman parte de este país y que han participado en su historia, y para que ese país prospere la población francesa ha de enriquecerse de esas vertientes diferentes”, señaló el cineasta, nacido en Marruecos, hijo de un militar francés destinado en Argelia y nieto de andaluces.
