Cuando llegan las fiestas navideñas, igual que los peques atormentan a sus progenitores con peticiones anhelantes de regalos que les traigan los Reyes Magos, un servidor también experimenta esa necesidad. Dejando a un lado al señor gordo vestido de rojo, he sido siempre partidario de la tradicional realeza que existe en nuestro país; y, por tal motivo, he escrito mi carta año tras año a mi favorito, Melchor. En ella, le pedí algunos presentes con el deseo de que vayan cumpliéndose a lo largo de este nuevo año.
Me gustaría que Viveros Herol Nava retornara a la Liga Asobal. Solo por la afición, que abarrota el Polideportivo Guerrer@s de Nava de la Asunción, se merece estar en la máxima categoría.
Me gustaría que la Gimnástica Segoviana, como poco, se mantuviera en su actual categoría para consolidar un estado que, con la transformación en S.A.D. adquiera la condición para ser candidato a lograr metas más altas. Y, por cierto, que el estadio de La Albuera tenga bar con B, y luz suficiente para ver con V de verdad los partidos.
Me gustaría que, dentro del plan director de instalaciones deportivas del Ayuntamiento de Segovia, se plasme de una vez la posibilidad de construir un pabellón deportivo de usos múltiples.
Me gustaría que el C.D. Segosala, aunque tiene una filosofía especial en cuanto a los valores que deben predominar en el club, alcance metas más altas para recuperar el nivel que tuvo Segovia en este deporte en España.
Me gustaría que pronto vuelva a tener un final de etapa la Vuelta Ciclista a España en nuestra ciudad. A ver si los ediles saben negociar con Unipublic. Eso sería un buen reclamo para poner a Segovia más alta de lo que está.
Y me gustaría que prosperen los equipos de baloncesto masculinos y femeninos de nuestra tierra alcanzando excelentes categorías.
Podría seguir con mis demandas, pero mi rey mago y majo, no es la Virgen de Lourdes; por ello, ya le pediré más cosas el año que viene ¡Ah, y FELIZ 2023!
