Aferrados a la cruda realidad, los estanqueros esperan con pesimismo la aplicación de la nueva ley antitabaco, que la ministra de Sanidad Trinidad Jiménez ha anunciado para el próximo mes de junio, donde se establecen medidas que endurecerán aún más el consumo de tabaco en lugares públicos.
Miguel Angel de Frutos, responsable de la asociación de estanqueros en Segovia expresó la idea común de los profesionales de la venta de tabaco al asegurar que “por el camino que vamos tendremos que terminar dejándolo todos, porque nos va a caer una legislación más dura”.
En su opinión, el endurecimiento de las restricciones a la hora de fumar en lugares públicos “se ha hecho de forma indiscriminada y sin tener en cuenta la realidad social, porque el hecho cierto es que la prohibición de fumar va a restar también mucho público en lugares como restaurantes, bares o cafeterías, cuyos clientes van a tener que salir a la calle para fumar, lo cual resulta incómodo”.
De Frutos asegura que en los últimos dos o tres años “estamos notando que se vende menos tabaco, aunque las progresivas subidas que se vienen registrando en las labores hacen que por el momento tengamos una facturación más o menos similar, que si bien no crece, al menos no se reduce de forma significativa”.
Asimismo, destacó también el crecimiento de las ventas en el tabaco de liar, que en su opinión se justifica porque el Gobierno “no ha tocado de la misma manera los impuestos especiales que gravan esta labor que la del resto de labores de tabaco, por lo cual su precio es más asequible y se ha convertido en toda una alternativa para los fumadores, que lleva a parejada la venta de papel de fumar y filtros”.