¡Le pisa claramente! ¡Pero si nadie protesta! ¿Por qué le llaman del VAR? ¿Y por qué no le llaman ahora? ¡Es roja! ¡Toca balón!…
Dentro de mis (infinitas) rarezas, este fin de semana he intentado llevar a cabo un experimento nada científico y, mucho menos, recomendable. Quizá me vine arriba por el subidón del viernes, donde el teatro Juan Bravo vistió sus mejores galas para premiar (merecidamente) a los deportistas segovianos, y quise corresponder en una dosis muy pequeña, el gran trabajo que hacen mis amigos “juntaletras” y “guiñaojos”.
Porque, aunque no lo crean, se puede tener una amistad con estos profesionales. ¿Y la objetividad? , se preguntarán ustedes, pues muy sencillo: al igual que en el diccionario de la RAE, siempre irá detrás de la palabra HONESTIDAD, salvo que algún duende con gabardina se camufle en el teclado y haga de las suyas, omitiendo la hache inicial.
Sí, lo reconozco, tengo amigo periodistas. Los mismos que me han dado palos pero sin hacer leña después del árbol caído cuando era “tiempo de castañas” o jugábamos “sumidos en la mediocridad”.
Por supuesto que no tengo aprobado el Máster de Míster Wonderful, ni pienso presentarme a la repesca y, al igual que en cualquier ámbito en el día a día, hay gente que te cae mejor y otros que no te tragan (doy fe). Allá cada cual.
Volviendo al inicio, intenté ver un programa donde se iba a debatir y analizar el derbi madrileño del pasado sábado. Debe ser que la noche confundía a más de uno. Aguanté 19 minutos. No contento con este primer ensayo, repetí la experiencia el domingo. Aún coleaba el partido de un día anterior y añadieron en los contenidos el Sevilla – Barça. Esta vez fueron 23 minutos.
Conclusión del experimento: el día que mis amigos periodistas se acerquen mínimamente al comportamiento de lo que pude presenciar, la colleja se la daré yo personalmente. Orgulloso puedo decir que he elegido bien. Es lo que tenemos los entrenadores, que a veces acertamos con las alineaciones. Lo hice hace 30 años, con una chica con el 11 a la espalda que volaba sobre la banda izquierda de la cancha del colegio San José con el balón en los pies. Enhorabuena a todos y todas por el reconocimiento.
