De regreso a su Segovia natal, Pedro Rivero descansa junto a su familia este verano, si bien no se ha despegado del todo del baloncesto. Y es que el base –que hace dos semanas cumplió 35 años– continúa inmerso en la dirección de la Escuela de Tecnificación de Tiro que lleva su nombre, que se reanudará en el pabellón María Martín las próximas dos semanas (a partir del día 11 y del 18 de agosto, de 10:00 a 11:00 de la mañana), y para la que está abierto el plazo de inscripción.
Como así explica el propio Rivero, esta iniciativa “empezó como una escuela de tiro para jugadores de 10 a 20 años, donde la gente se apuntaba y veíamos su nivel. Después ha ido evolucionando, ya que aprovechamos para corregir las carencias de varios niños mejorando su técnica individual, algo que durante la temporada no pueden desarrollar por falta de tiempo”.
El jugador admite que “nos está yendo muy bien, ya que en las primeras jornadas contamos con muchos niños y jóvenes, por lo que tuvimos que dividirlos en grupos para tener un trato más individualizado. Ahora nos quedan otras dos semanas por delante y estamos satisfechos, ya que los participantes están muy contentos, aprendiendo y divirtiéndose. Muchos vinieron para una semana y están repitiendo, por ello animo a los segovianos a que se apunten, ya que en esta escuela tratamos aspectos del juego que luego podrán trasladar a sus clubes. Por ello, el éxito que está teniendo anima a continuar el año que viene con más iniciativas como esta”.
En cuanto al plano profesional, Pedro Rivero jugó la anterior campaña con el Club Ourense Baloncesto en Liga LEB Oro, que terminó en decimosegunda posición. Según el base segoviano “ha sido una temporada un tanto extraña. Venía de luchar años atrás por objetivos más ambiciosos y esta vez la meta era la permanencia en la categoría. El equipo estaba compuesto por jugadores muy jóvenes, con muchas ganas pero también mucha inexperiencia, lo cual hemos acabado pagando en ciertos momentos de la temporada. De todas maneras, afortunadamente el equipo supo responder en los momentos complicados y logramos mantener la categoría, aunque creo que podríamos haber aspirado a algo más”.
De todas formas, el club gallego está pasando por un periodo de incertidumbre ya que, a día de ayer, aún estaba esperando que la Federación le confirmase su admisión en la LEB Oro. A este respecto, el segoviano aún tiene contrato con el Club Ourense Baloncesto, “algo que desde hace más de un mes tendría que haberse hecho oficial, pero que aún no se ha podido concretar al no estar inscrito todavía el equipo”.
Por ello, el futuro profesional de Pedro Rivero es una incógnita, ya que “hay proyectos interesados en mí así que, más tarde o más temprano tendré que dar un paso adelante y resolver esta situación, que es bastante incómoda, ya que si finalmente el equipo no sale corro el peligro de quedarme sin trabajo. Sé que el Ourense está poniendo todo de su parte, pero todavía habrá que esperar”.
Al jugador segoviano le parece “muy poco profesional que, a estas alturas del mes de agosto, haya equipos que aún no saben si van a jugar en su categoría. Por ello, cuando se quiere empezar a planificar las plantillas, ya ha llegado septiembre, y al final la pretemporada se acorta demasiado».
En cuanto a la posibilidad de dedicarse a ser entrenador, una vez deje su carrera como jugador, Rivero admite que, “hace tiempo que estoy orientándome hacia ello. Me falta por sacar el Nivel Nacional, que lo intentaré el año que viene. Esta temporada ya he entrenado a cadetes autonómicos en Orense, a las órdenes del director de la cantera, trabajando el específico. La verdad es que me llama la atención el ser entrenador, pero no sé si tendría paciencia para dirigir categorías inferiores, aunque por algo habría que empezar. De todas maneras, todavía queda tiempo para tomar esa decisión”, concluyó.
