El empresario segoviano Pedro Palomo, CEO de la empresa que lleva el nombre de su padre, Octaviano Palomo, y expresidente de Empresa Familiar de Castilla y León, vivió anoche en Abades uno de los días más especiales de su vida.
Palomo pronunció el pregón que daba inicio a las fiestas de la localidad segoviana, en honor a la Virgen de los Remedios, de la que se reconoció devoto por los profundos lazos que le unen al municipio, tierra natal de su padre y punto de partida del negocio familiar, hoy en manos de la segunda generación y con presencia en todo el mundo.
Ante el vicepresidente de las Cortes de Castilla y León, Francisco Vázquez; el presidente de la Diputación segoviana, Miguel Ángel de Vicente y el presidente de la Federación Empresarial de Segovia, Andrés Ortega, entre otras autoridades, Palomo retrocedió en el tiempo para aferrarse a sus recuerdos de infancia en el lugar que vio nacer a su padre, quien también fue pregonero de esas fiestas hace 29 años “y tenía pasión por su pueblo”.
Abades, reveló, es el lugar donde aprendió “lo que significa el esfuerzo y la dedicación o el trabajo duro junto a valores tanto personales como empresariales como la austeridad, la humildad, el sacrificio por algo que merece la pena o la solidaridad”, inculcados por su padre y que, según reconoció, han marcado su vida.
Abadero de la quinta del 62, a la que también recordó como “una añada muy potente”, reconoció su alegría al comprobar que la localidad “sigue manteniendo población, tradiciones como el juego de los bolos, su folklore, el paloteo y la música tradicional” y que, además, tiene futuro, “gracias al nuevo suelo industrial que favorecerá la creación de empleo y riqueza”.
