El entablado coso taurino de Pedraza, levantado sobre su portada plaza Mayor, es de esos enclaves castellanos que rebobina hacia la intrahistoria del toreo. Un retrato por donde se forjaron grandes diestros de otra época y que a día de hoy sigue poniendo colorido a sus fiestas. Durante la tarde de este martes y el lunes, la villa volvió a teñir de sepia su plaza con dos novilladas de gran interés. El martes los astados de la ganadería de Cebada Gago fueron de gran reclamo, con un ejemplar reconocido con la vuelta al ruedo, en una tarde en la que hicieron el paseíllo dos dispuestos novilleros: Joselito de Córdoba, que cortó tres orejas y salió en hombros, y el segoviano Jorge Oliva, que paseó un trofeo.

Abrió plaza un excelente novillo de la divisa de Medina Sidonia, con fondo, duración y recorrido. Joselito de Córdoba lo toreó en redondo, intentando cuidar las formas, en una buena faena aunque un tanto larga. Firme y dispuesto, dejó pasajes de nota y cerró un espadazo poco ortodoxo. Paseó dos orejas y el astado fue reconocido con la vuelta al ruedo.

Muy variado y con actitud se mostró Oliva, que recibió a su ejemplar con vistosidad en el capote y colocó banderillas con riesgo. Después, con la muleta, firmó una notable actuación ante un novillo de buen juego, pero con matices, que abrochó de un estoconazo. El animal tardó en caer y obtuvo un único trofeo, pese a la insistencia del público y sus paisanos.

Más encastado y complicado fue el tercer y último ejemplar de la novillada, al que Joselito de Córdoba brindó a Nicolás Vallejo-Nágera ‘Colate’. Trasteo solvente del andaluz, a pesar de citar de forma brusca, que supo pasar con aparente capacidad para sumar otra oreja y salir en hombros del coso de Pedraza en una imagen de época.

Ficha
Plaza de Toros de Pedraza. Segunda novillada sin picadores. Tres novillos de Cebada Gago, bien presentados y de buen juego en líneas generales. El excelente primero fue reconocido con la vuelta al ruedo.
Joselito de Córdoba, dos orejas y oreja.
Jorge Oliva, oreja.

