Ceñida de murallas a las que sirve de broche un fuerte castillo, sus callejas discurren entre iglesias arruinadas, palacios y casas blasonadas que se suceden adustas y contrastantes. Aquí encontramos los escudos de los Ladrón de Guevara, de los marqueses de la Floresta, de los Bernaldo de Quirós, de los marqueses de Lozoya, de los marqueses de Pineda, de La Torre y Zúñiga, caballero de Santiago etc. No pocos ganaderos obtuvieron títulos de nobleza alegando orígenes montañeses o vascos. Lo deseable era esculpir en las fachadas de sus residencias una abundante heráldica, a veces inventada por los reyes de armas de su majestad. Esta es la época de la que proviene el caserío señorial de Pedraza que se extiende hasta el siglo XVIII.
Durante algún tiempo se desarrolló cierta diferencia entre las familias nobles: los Quirós y los Velasco, sobre cuál de las dos familias adquirió antes la condición nobleza; y a propósito de tal disputa, apareció la siguiente letrilla.
Antes que Dios fuera Dios
y los peñascos peñascos,
los Quirós eran Quirós
y los Velascos Velascos.

En Pedraza todas las calles desembocan en su bellísima e irregular Plaza Mayor porticada, corazón de la villa y lugar emblemático de encuentro, de mercado, de celebraciones, de festejos taurinos y de decisiones cargadas de historia, presidida por el ayuntamiento en el lado norte y la románica torre de San Juan en el lado oeste. Fue creada para que las familias nobles de la villa disfrutaran desde sus balcones de los festejos taurinos celebrados desde 1550, a decir del consistorio. También hoy sigue teniendo la función de plaza de toros cuando estos festejos tienen lugar en la villa.
Nos cuenta la leyenda que los siete infantes de Lara fueron bautizados en una de las iglesias de Pedraza, por lo que posteriormente se edificaron nuevos templos hasta completar siete iglesias, una por cada infante.

Hoy Pedraza se rehace por nuevos caminos, como son: el turismo, la cultura, la artesanía, el ocio y la gastronomía, ayudada por el interés de muchas personas: artistas, literatos, políticos y el público en general, que acude a Pedraza buscando mitos históricos y ricas viandas, devolviendo a Pedraza el orgullo y señorío del pasado tamizado por la moderna cultura del vacar ocioso.
Además de todo esto, Pedraza se ha convertido en el grandioso escenario de rodaje de películas, series, reportajes y anuncios de televisión, donde a lo largo de un siglo se han realizado más de 200 rodajes. En 1924 tuvo lugar el primer rodaje La barraca de los monstruos, por Jacque Catelain, y desde entonces Pedraza ha venido siendo un escenario muy atrayente para la industria audiovisual.

Patrimonio de Histórico artístico
El Castillo
El castillo asentado en el punto más alto de un cerro sobre pedestal rocoso rodeado por las suaves corrientes de los arroyos Vadillo y Encinarejo, se ofrece al admirado visitante como algo insospechado y original. Es de grandiosa fábrica de buena sillería circuida de matacanes y coronada de almenados, con una sola pero alta torre desde la cual se divisan bellos panoramas. Las zonas del castillo mejor conservadas pertenecen a la última etapa constructiva del mismo, siglos XV y XVI. Entre ellas destacan la cisterna abovedada y la torre del homenaje.
La decadencia del castillo y la villa se inició cuando los condestables lo abandonaron al perder éstos su importancia estratégica y política. Hoy el castillo y demás restos de fortificaciones no discrepan del ambiente señorial de Pedraza.
Hacia 1926 compró las ruinas de la fortaleza el pintor Ignacio Zuloaga, al precio de 12.990 pesetas —por superstición no quiso pagar 13.000 pesetas— haciendo lote con una iglesia románica. Habilitó el torreón para su vivienda y también estableció su taller de pintura en la primera decena del siglo XX. En su interior se guardan varias tallas, pinturas y muebles antiguos, así como algunas obras del pintor Ignacio de Zuloaga, último morador del castillo, cuya familia estableció en él un pequeño museo.
Recientemente, el castillo ha sido comprado por dos conocidos hombres del espectáculo: José Mota y Santiago Segura, quienes tienen pensado abrirlo al completo al público por primera vez en su historia.
La iglesia de San Juan Bautista
El primigenio templo fue construido en estilo románico con hermosa torre campanario, y reedificado entre los siglos XVII y XVIII siguiendo la traza del barroco. Alberga en su interior algunas esculturas del siglo XVII.
Casa de la Inquisición
Fue construida sobre lo que fue una antigua sinagoga judía para impartir justicia durante la época medieval. En su fachada aún hoy nos presenta el escudo de armas del Santo Oficio en perfecto estado de conservación. Actualmente es la Hostería Pintor Zuloaga, donde se pueden celebrar diferentes tipos de eventos como bodas, etc.
Torreón de las Hontanillas
Formaba parte el flanco suroriental del recinto amurallado, y quizá sirviera también como depósito de agua para consumo en caso de asedio. Ha sido rehabilitado por el Ayuntamiento, y hoy alberga un acogedor auditorio donde se organizan actos públicos.
La Puerta
Pedraza tiene una sola puerta de acceso por donde, tanto personas como mercancías están obligados a pasar por ella al entrar y al salir. Su construcción es del siglo XI y fue objeto de restauración durante el siglo XVI. Antiguamente la puerta se cerraba por la noche, quedando la villa cerrada y segura, salvo en caso de emergencia. En este punto se cobraban los derechos de portazgo.

La cárcel
La cárcel está sobre la puerta de entrada/salida de la villa; en ella vivía el carcelero. Es un edificio medieval del siglo XIII y reconstruido en el siglo XVI, propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza que se abrió al público el 1 de abril de 1994 gracias al esfuerzo de la Fundación Villa de Pedraza, que desde entonces la gestiona y cuyos guías colaboradores se ocupan de mostrarla. El visitante podrá ver cómo era una mazmorra, el cepo de pies para inmovilizar a los presos, un grillete para el cuello, la gran chimenea con escudo, los retretes de “caída libre”, las lóbregas mazmorras de los pisos bajos y las originales celdas de madera, el camastro de los presos y un largo etcétera.
La muralla
La muralla de Pedraza, que data de entre los siglos XIII y XVI, ha sido un elemento clave en la defensa de la villa. En su época, esta estructura de piedra protegía a los habitantes de las incursiones y conflictos bélicos. Hoy en día, sigue siendo uno de los elementos más imponentes y fotografiados de la localidad. Pasear por sus murallas es como caminar por un portal al pasado, donde cada piedra cuenta una historia de energía, resistencia y fortaleza. Desde lo alto de la muralla se pueden admirar unas hermosas y panorámicas vistas de la villa y su entorno natural, donde los campos verdes se entrelazan con las montañas de fondo.
Casa del Águila Imperial
Se ubica en lo que fue la antigua iglesia de San Miguel en el Arrabal, fuera de la muralla, junto a la vieja ruta de la Cañada Real Orejana. Es un centro de interpretación sobre la especie protegida natural de esta comarca segoviana conocida como Águila Imperial Ibérica, donde se proyectan vídeos sobre la vida de esta ave.
Así mismo, es un centro de información pormenorizada de la comarca de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza con elementos expositivos como: un mapa exclusivo de su territorio, recursos culturales de Pedraza, recursos informáticos de accesos a las distintas poblaciones, etc.
El acueducto medieval
Puente que salva el desnivel de cauce del arroyo del Encinarejo restaurado a finales del siglo pasado.

Gastronomía
Pedraza asentó sus inicios gastronómicos en los corderos asados para feriantes y los guisos de la fonda. Hoy ejerce una fascinación casi mágica entre los excursionistas que ofician el rito de los antiguos tratantes; pero también entre los gourmets más avezados que gustan de combinar sabores nuevos en un entorno exquisito, donde lo viejo y lo nuevo se tienden la mano. En repostería destacan los soplillos, el ponche segoviano y una muy variada bollería, todo elaborado artesanalmente en los hornos de sus tahonas.


Conciertos de las Velas de Pedraza
La Fundación Villa de Pedraza organiza dos magníficos conciertos anuales de música clásica en su plaza, el primer y segundo sábado de julio todos los años desde 1993. A partir de las 20 horas con el principio del ocaso del día, se corta la luz eléctrica, y ésta emblemática villa enciende 50.000 velas en las ventanas, balcones, calles y rincones que la iluminan, creando un escenario lleno de magia y misterio que envuelve a todos, moradores y visitantes; momento este en que da comienzo el concierto.
Pedraza fue declarado Conjunto Histórico el año 1951. Durante los últimos cinco lustros la villa de Pedraza ha recibido algunas evocaciones y distinciones dignas de ser mencionadas:
En 1996, la Fundación internacional “Europa Nostra” concedió a Pedraza un diploma -por la recuperación de la vida de esta Villa Medieval amurallada, mediante una respetuosa rehabilitación de sus viejos edificios, con la frecuente colaboración de la iniciativa privada-.
En 2014, entró a formar parte de la Asociación de Los Pueblos más Bonitos de España: y cinco años después, en 2019, fue elegida como el Pueblo más Bello de Castilla y León.
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* Juan Fco. Sanjuán Benito
www. juansanjuanbenito.es
