Tras más de un mes lesionado, Pau Gasol debutó de forma brillante esta temporada, al convertirse en el líder de la victoria de los Lakers frente a los Bulls de Chicago (108-93) y dar otro aire a su equipo, al que imprimió movilidad en ataque y aplomo en defensa.
El ala-pívot fue el máximo anotador del duelo, con 24 puntos. Además aportó 13 rebotes y tres asistencias, en tanto que Kobe Bryant sumó 21 tantos, nueve capturas y ocho asistencias.
El Staples Center recibió con una ovación de gala al español y el jugador devolvió el cumplido con creces. Saltó a la cancha en el quinteto titular y como si no hubiera estado lesionado. Suyos fueron los primeros puntos del envite, tras un rechace a un tiro bajo aro fallado por Andrew Bynum.
A todo esto, los Bulls afrontaban el duelo sin miedo, encomendados a su endiablada velocidad, la energía de Joakim Noah y el desparpajo ofensivo de John Salmons, aunque los Lakers acabaron por delante el primer cuarto (25-19).
Las cosas pintaban bien para los locales, muy centrados y sin necesidad de que Bryant reclamara el protagonismo. Un pequeño estirón justo antes del descanso, con cinco puntos de Derek Fisher, puso el electrónico en 45-33.
Los de Chicago acusaban el flojo partido de su estrella, el base Derrick Rose. Eso provocó que Salmons tomara el mando con 18 puntos, pero el escolta ya no volvió a anotar en todo el choque.
La segunda mitad arrancó con un parcial de 8-0 (61-44) y Bryant sobrepasó una barrera histórica, al colocarse en la segunda posición de la lista de máximos anotadores de la franquicia californiana, tras superar los 24.177 puntos de Kareem-Abdul Jabbar.
Para entonces, el encuentro seguía muy decantado para los angelinos, que llegaron a contar con 20 tantos de renta (84-64), tras triple de Ron Artest, a escasos segundos para llegar al último período, que solo sirvió para aumentar la desidia y los despropósitos de los Bulls. Al final todo el quinteto titular del conjunto local superó los dobles dígitos en anotación, mientras que el conjunto de Vinny del Negro acusó la escasa aportación del banquillo, en el que solo dos jugadores superaron los 10 minutos en pista.
