Casualidades del destino, el mismo seleccionador español que fijó su mirada en un segoviano casi cuarenta años después, Luis de la Fuente, fue entrenador de uno de los últimos fichajes de la Gimnástica, Pau Miguélez, quien posee un amplio periplo en las categorías inferiores de nuestro combinado nacional. De la Fuente, quien llevaba las riendas de la sub 19 cuando recaló allí el polivalente extremo, se acordó esta semana de Jorge de Frutos para el arranque de la clasificación para el próximo Mundial, si bien el de Navares de Enmedio fue uno de los descartes y no pudo vestirse de corto el jueves. Todavía le resta una bala en la recámara el domingo ante Turquía. Miguélez, quien ha pertenecido a la sub 16, sub 18 y sub 19, ha compartido vestuario con pesos pesados como Brahim o Iñaki Peña y tiene un bagaje internacional ampliado con su estancia en Rumanía hace dos campañas. Un buen momento para charlar con él.
Afirma que su adaptación a la Gimnástica Segoviana fue muy asequible y que tenía anfitriones que le facilitaron las cosas. “Muy bien, la verdad es que me han acogido muy bien y he visto un grupo unido. Además, fue más fácil porque conocía a algún cántabro del equipo -nació en Noja-, como Diego, o a Silva, con el que coincidí en el Zamora, que es de mi pueblo también y eso lo ha hecho más sencillo. Muy contento con todo”.
El nuevo atacante azulgrana comparte con su entrenador actual, Iñaki Bea, que las sensaciones son inmejorables de cara a la primera cita de la temporada este domingo en La Albuera. “Se ha hecho un equipo muy competitivo para esta categoría. En el último partido de pretemporada, que es el que te deja las sensaciones para empezar la liga, ganamos 3-0 ante nuestro público (frente al Moscardó), todo fue muy bien, así que voy en la línea del mister. Todo eso da margen para que tengamos una mentalidad muy positiva. Imagina que hubiéramos palmado 0-3 en casa, cómo cambiaría la cosa. Estaríamos temblando. La gente tendrá ganas de ver más, todo ayuda”, analiza.
Como norma habitual en el fútbol, en la mente de todos los estamentos de un club cuando se acaba de descender anida la idea de regresar a la categoría perdida y Pau Miguélez lo ve factible pese a la prematura fecha en la que nos encontramos. “El objetivo debe ser ese y vengo con esa mentalidad, para intentar recuperar la categoría y, con lo que he visto hasta el día de hoy, podemos conseguirlo”.
La afición será determinante en pos de ese objetivo y el futbolista cántabro se acuerda de ella. “Todos son mensajes positivos hacia el equipo, que eso ayuda, aunque quizá suele ser más en los malos momentos, pero se ve que es una afición agradecida”.
Pólvora ofensiva
Un equipo con mucha pólvora arriba, una competencia en el vestuario que considera muy positiva. “El equipo en general es muy completo. Es verdad que los jugadores con más talento están de tres cuartos hacia delante, ahí hay mucha competencia, pero eso es muy bueno porque te obliga a dar el máximo, dar más del cien por cien y que luego el entrenador decida. Nosotros, a entrenar, que es lo nuestro. El problema de elegir, para el mister”.
Respecto al inminente inicio de campeonato el domingo y ante un completo desconocido, la UD Sámano, afirma que los conoce bien al ser cántabros. “Ellos solían estar entre Preferente y Tercera. De hecho, nunca habían ganado su Tercera, así que esa condición de desconocidos puede hacerles peligrosos porque puede que no vuelvan a vivir este momento y querrán disfrutarlo. Nosotros tenemos la obligación de ganar”.
Se incorporó tarde en verano, el 20 de agosto, cuando suele ser habitual antes, y sufrió un ligero percance. En el primer amistoso en el que tuvo minutos le clavaron los tacos en una acción precisando ocho puntos de sutura. Le condició para el siguiente entreno, pero pudo estar disponible para el siguiente choque y volvió a ejercitarse con normalidad, por lo que tiene el ‘ok’.
Había que preguntarle el porqué del nombre de ‘Chicharito’ en su Twitter (X). “Es que de pequeño discutía con los amigos sobre quiénes eran los mejores delanteros. Me gustaba mucho Chicharito y me puse el nombre. Con los años tuve que adaptarme porque era todavía pequeño en categorías inferiores y los centrales me sacaban mucho porque medían 1.90 y yo 1.60 metros, así que me pasé a la banda”.
Las selecciones españolas
Justo ahora que Jorge de Frutos situó a Segovia en el panorama futbolístico, Pau atesora una gran experiencia en la sub 16, sub 18 y sub 19 españolas, a las órdenes de seleccionadores como Santi Denia o el propio Luis de la Fuente. “Lo veo ya como algo lejano. Estaba en el instituto y me empiezan a llegar muchas notificaciones y mensajes de que me habían convocado a la sub 16 nacional. Estaba temblando, imagínate; es lo mejor que le puede pasar a un chaval de esa edad y nivel. Representar a tu país era lo mejor. Es inexplicable y estoy orgulloso de haber podido vivir esos momentos porque no todo el mundo tiene la suerte de vivirlos”.
Compartió equipo y entrenos con el merengue Brahim, el meta culé Iñaki Peña, o Iván Martínez, del Girona. “Es gente que te hace todo más fácil por el nivel que tienen, incluso solo un rondo o una posesión; fue una gran experiencia entrenar con ellos, ver su profesionalidad, los entrenadores…, estoy muy agradecido por lo que aprendí, aunque nunca se deja de aprender”.
Pero lo bueno tiene fecha de caducidad y así lo explica: “En la selección y en la sub 21 y sub 23 se busca sobre todo el fútbol profesional. Solo llaman a gente que está en Primera y en Segunda. Como yo me fui al filial del Girona y al filial del Sevilla Atlético y, aunque entrenas con los primeros equipos, no es lo mismo que jugar. Eso tuvo mucho ver y lo hizo más complicado para dar el paso a la sub 21 o la sub 23, que buscan más experiencia y es lógico. El fútbol es así, tiene experiencias buenas y malas, pero estoy muy feliz de haber aspirado a lo máximo en ese momento”.
Tuvo otro periplo más allá de nuestras fronteras en todo un histórico del fútbol europeo como el Steaua de Bucarest, pero era un Segunda División con un club que no podía ascender a Primera dada su condición de ‘gestionado y subvencionado’ por el Gobierno rumano, ya que es del Ejército. El Steaua de Primera tuvo que cambiar su denominación para pertenecer a la élite, según narra. “Nosotros nos quedamos a los hinchas radicales”, se ríe, “pero aquello fue una grata experiencia, con cinco entranjeros llegados en Navidad, un poco caótico pero estuvo bien”.
Paulino Miguélez Fernández (Noja, 23 de enero 1999), comenzó su andadura en la cantera del Racing de Santander, convirtiéndose en el racinguista más joven en debutar con el primer equipo, en Segunda B, con apenas 16 años. Pasa al Peraleda desde el Racing senior, Sevilla B, Las Palmas B, Las Palmas, Zamora, Calahorra, Steaua y Logroñés, donde juega fase de ascenso a Primera RFEF cayendo justo al final, antes de recalar en la Segoviana, donde seguro que su impronta internacional será un granito de arena más.
