La Comisión Territorial de Patrimonio parece dispuesta a vigilar los trabajos de restauración de la imagen de la virgen que figura en la parte central del Acueducto, que el Ayuntamiento de Segovia ha decidido acometer tras el desprendimiento de algunos fragmentos de piedra caliza procedentes de la talla que se registró hace algunos meses, y que suscitaron la lógica alarma entre la población.
En su reunión de ayer, la comisión emitió un informe previo a la restauración, cuya propuesta de intervención plantea la reintegración de la talla original asi como la realización de una reproducción al mismo tamaño, condiciones y características que el original.
En el informe, se señala que la intervención en la imagen «se debería centrar en la consolidación de la talla tal y como se encuentra», precisando su parecer contrario a cualquier tipo de reintegración de los elementos de la imagen «salvo caso de necesidad por deterioros estructurales pero nunca con fines estéticos».
La propuesta analizada por la Comisión Territorial contempla la realización de una copia de la talla, para lo que se apunta la posibilidad de realizar a tal fin un molde sobre la propia imagen.
Sobre este asunto, la comisión desestima esta propuesta, ya que «las actuales técnicas de escaneado láser permiten una reproducción fidedigna sin necesidad de actuar directamente sobre el original».
Bajo estas premisas, Patrimonio ha autorizado al Ayuntamiento el inicio de los trámites para la contratación de los trabajos de restauración, aunque indica que una vez contratados, la propuesta de tratamiento definitiva deberá volver para su análisis y aprobación por este organismo.
Como se recordará, el pasado abril se desprendió un pequeño cascote de uno de los pies de esta imagen mariana que fue donada por los monederos de la antigua ceca segoviana, que se encontraba próxima a la iglesia de San Sebastián, y se estima que lleva expuesta a la intemperie, en su hornacina del Acueducto, desde marzo de 1520.
Se da la circunstancia de que hace unos meses se desprendieron algunos fragmentos del mortero que compone el friso superior del monumento, donde se aloja el canal. A partir de entonces, los bomberos, en coordinación con la Concejalía de Patrimonio Histórico y Turismo, desarrollan revisiones de todo el recorrido de ese friso de mampostería.
