Tras dos años de espera, el Grupo de Acción Misionera de la parroquia de San Lorenzo volvió ayer a reunir a vecinos y feligreses del barrio en una nueva edición de la Caminata Solidaria, con la que desde hace dos décadas da visibilidad a la colaboración que mantiene con los proyectos asistenciales con los que colabora en La Pradera (Caracas-Venezuela), Dete (Zimbabwe) y Puerto Príncipe (Haití).
La lluvia deslució la jornada, pero no restó ni un ápice de ánimo a los cerca de 200 participantes en este recorrido, que partió a las 10,30 horas desde la plaza de San Lorenzo a los sones de la dulzaina y el tamboril para discurrir por el bonito trazado de 8 kilómetros que pasa por algunos de los rincones paisajísticos más hermosos de la ciudad.
Antes de partir, una mesa atendida por voluntarios del grupo daba a conocer información sobre los proyectos asistenciales, y recogía los donativos con los que los participantes formalizaban su inscripción.
Este Grupo de Acción Misionera lleva casi dos décadas contribuyendo a la escolarización de niños de la calle en una colina de la capital venezolana, un proyecto que ha dado muy buenos resultados y que garantiza que los beneficiarios reciban al menos una comida diaria.
Este objetivo es común también en los otros proyectos con los que está hermanado, en Zimbawe y en Haití, aunque en el primero también dispone de un centro de día para ancianos y en Puerto Príncipe se ha puesto en marcha un taller de soldadura.
