El San Cristóbal suma y sigue en su objetivo firme de conseguir la permanencia lo antes posible. El conjunto segoviano, que llegaba después de dos victorias consecutivas, se enfrentaba al Villa de Ribafrecha, colista de la categoría, pero que llegaba con la moral por las nubes después de lograr su primer triunfo de la temporada en la fecha anterior. Así, el equipo de Adrián San Cristóbal afrontaba un partido trampa en el que sumar tres nuevos puntos que lo acercasen a la salvación frente a un conjunto riojano que trataba de apurar sus últimas opciones de mantenerse en la categoría y que, fruto de su delicada situación, aterrizó en Segovia con esa premisa de jugar sin presión que en muchas ocasiones es incluso más beneficioso convirtiéndolo en un conjunto peligroso. Dicho y hecho.
Los visitantes entraron mejor en el duelo siendo suyas las primeras ocasiones del partido frente a un tímido San Cristóbal, incapaz de hacer daño a la zaga riojana pero que supo sufrir las acometidas iniciales de un Ribafrecha al que su único pero fue la falta de colmillo para adelantarse en el marcador. Poco a poco, el conjunto segoviano fue creciendo en el duelo, aunque el equipo riojano seguía siendo dueño y señor del partido, pero que se topó con un gran Alberto Sanz en portería que mantuvo con vida al equipo de Adrián San Cristóbal. Y bajo el refrán de ‘si perdonas la pagas’, el equipo segoviano encontró luz entre tanta oscuridad. Ante sus peores minutos en pista y con los visitantes volcados en busca del triunfo momentáneo al descanso, el San Cristóbal tiró de pegada para adelantarse en el luminoso con César Velasco como protagonista.
Pero tras el paso por vestuarios, el Ribafrecha volvió a aprovechar a las mil maravillas un fallo de concentración del conjunto segoviano que viene siendo ya habitual en las últimas jornadas para devolver las tablas al marcador. Ya sí, con el empate, el San Cristóbal despertó de una vez por todas. Comenzó a ganar duelos, a salir victorioso en las acciones individuales y a generar claras ocasiones de peligro. Y tanto empuje segoviano llevó a la recompensa. Raúl Velasco, Álex Velasco y, de nuevo, César Velasco castigaron al Ribafrecha con tres dianas que parecían ya dejar una renta insalvable para el conjunto riojano.
Con el 4-1 en el marcador y el duelo entrando en su recta final, los visitantes optaron sin éxito por el portero-jugador, estrategia que aprovechó a la perfección el San Cristóbal desde la pizarra para cerrar el encuentro y dejar en la lona a los visitantes. Edu Cubero y otra diana de Raúl Velasco dejaron el 6-1 definitivo en un partido en el que el conjunto segoviano dio un paso de gigante hacia la permanencia, pero que deja una evidente y negativa noticia: las lesiones.
Hasta tres fueron los futbolistas del San Cristóbal que tuvieron que retirarse a vestuarios antes de tiempo, con Julio Miguel llevándose la peor parte en la que se teme una recaída de su grave lesión de rodilla. Javi y Héctor también sufrieron ambos contratiempos y su evolución marcará su disponibilidad. Una de cal y una de arena para un San Cristóbal en horas bajas que viajará hasta tierras aragonesas en la próxima jornada para medirse al líder de la categoría, el Acontebro Tauste.
