Son jóvenes, pero brillantes. En su todavía corta trayectoria musical, la Banda Sinfónica Tierra de Segovia ha demostrado que su pasión por la música hace que cualquier proyecto que emprendan tenga una buena parte de éxito garantizado. Si bien es cierto que la pasión es un ingrediente básico para cualquier banda, no es menos cierto que debe ir acompañada de técnica y talento; pero en Segovia tenemos la fortuna de que todos los integrantes de esta agrupación musical son buenos y talentosos intérpretes.
Así, la combinación de pasión, técnica y talento permite a los segovianos disfutar de un espectáculo como el que en la noche del lunes tuvo lugar en el Azoguejo; en el primero de los cuatro conciertos que la banda sinfónica ofrecerá estas fiestas de San Juan y San Pedro.
El programa ofrece una cuidada selección de piezas musicales muy acordes con el espíritu y los postulados de la banda. Sentimiento en el pasodoble ‘Ragón Fález’, espectacularidad en la recreación de ‘Ivanhoe’, intensidad en la ‘Marcha Eslava’ de Tchaikovsky y la alegría contagiosa del ‘Fandango’ de la zarzuela ‘Doña Francisquita’ fueron las cartas de presentación de un concierto al que el tiempo consiguió respetar y, donde a pesar de dejar una noche más bien fresquita, no consiguió levantar a nadie de sus asientos nada más que para ovacionar cada una de las interpretaciones.
Capítulo aparte merecen las dos últimas piezas del concierto. En la memoria de muchos aficionados a la música quedará la impresionante interpretación de la banda sonora de ‘El Padrino’, una película en la que la música del genial Nino Rota es fundamental para entender el clima que Francis Ford Coppola quiso crear en una de las obras maestras del cine mundial.
La banda segoviana entendió a la perfección la mezcla de emoción, intimismo y acción que transmite la música de la película, y la trasladó al público dirigida por la mano maestra de su director, Chema García Portela —quizá el responsable de que esta banda transmita al público la pasión que el demuestra con la batuta—.
El ‘Capricho Español’ de Rimsky-Korsakov puso un magnífico colofón con una interpretación cargada de matices y envuelta en el halo mágico que el compositor ruso quiso dar a esta archiconocida pieza.
La buena noticia para todos es que aún quedan tres oportunidades más para escuchar a la Banda Sinfónica en estas fiestas, y la primera es hoy en La Albuera a las diez de la noche. No se lo pierdan.