La actividad en la localidad de Vallelado no cesa y ha logrado que pequeños y adultos disfruten del folclore y las tradiciones más arraigadas, con ánimo de mantener costumbres y hacer disfrutar a todos los vecinos.
El pasado domingo, los más pequeños disfrutaron de un paseo en burro y caballos subidos en carruajes y galeras que animaron todo el municipio. La diversión continuó, reuniendo a más vecinos, en el baile de dulzaina que se celebró a la puerta de la iglesia. A la dulzaina, Fran de la Pedraja y al tamboril, Luis Ramos, coordinaron un baile suelto y una tradicional rueda después; estuvo presente el etnógrafo Carlos Porro.
Para concluir una mañana tan amena, no podía faltar un plato también típico: sopas de ajo. Además, parte del coste se ha destinado a la AECC, y así, tradición y solidaridad se unieron en Vallelado.
