La decisión de Atenas de someter a un referéndum el segundo rescate a Grecia aprobado por la Eurozona causó ayer un auténtico terremoto fuera y dentro del país, reflejado en el desplome de las Bolsas, que registraron fuertes pérdidas.
El temor a que los ciudadanos helenos digan «no» al plan de ayuda europeo, que incluye impopulares medidas de ahorro a cambio, entre otros, de una condonación del 50% de la enorme deuda del país, se apoderó de los mercados en el Viejo Continente, que estuvieron dominados por el pesimismo durante toda la jornada ante la incertidumbre que abre el anuncio del primer ministro, Yorgos Papandréu.
La plaza que más cayó fue la de Atenas, que se dejó el 6,92%, mientras que la de Milán perdió un 6,80%, y la de París un 5,38%.
El mercado de Fráncfort también bajó un 5%; la de Madrid un 4,19%; la de Lisboa un 3,68%, la de Londres un 2,2% y la de Zúrich un 2,49%.
El desplome arrastró a Estados Unidos, donde Wall Street cerró con un descenso del 2,48 %.
En la Bolsa española, el Santander cayó el 4,76 % y el BBVA, el 3,99 %, mientras que en el DAX de Fráncfort, Commerzbank se dejó el 9,4 % y Deutsche Bank, el 7,97%.
No obstante, durante la sesión, algunas plazas llegaron a perder hasta un 7%, y los analistas consideraron que la caída fue frenada en cierta forma por una declaración conjunta del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Ambos dirigentes salieron en defensa del plan de rescate heleno y, después de mantener una conversación telefónica, difundieron un comunicado en el que expresaron que la aplicación de las decisiones adoptadas en la pasada cumbre de la eurozona al respecto «es más necesaria que nunca».
Por ello, los mandatarios aseguraron estar «decididos» a hacer cumplir dicho plan para Grecia, y expresaron su deseo de que se establezca una hoja de ruta lo antes posible para ponerlo en marcha.
La propuesta de Papandréu cayó como un jarro de agua fría y borró el optimismo que generó el pacto alcanzado la semana pasada para el rescate de su país. «En un asunto que determina el futuro de la nación, el ciudadano tiene la primera palabra», declaró inesperadamente el mandatario griego la noche del pasado lunes, después del cierre de los mercados, ante los 153 correligionarios del grupo parlamentario socialista.
Según Sarkozy, «es legítimo dar la palabra al pueblo», pero el plan de rescate financiero de la eurozona para Grecia «es la única vía posible para resolver el problema de la deuda» helena.
El dirigente galo pronunció estas palabras en una breve declaración en el Palacio del Elíseo, tras la reunión interministerial convocada para analizar la decisión de Papandréu, un anuncio que «ha sorprendido a toda Europa», según el mandatario francés, que recalcó que «París recuerda que el plan adoptado el pasado jueves por unanimidad de los 17 países del euro es la única vía posible para resolver el problema de la deuda».
«Aunque dar la palabra al pueblo siempre es legítimo, la solidaridad de todos los países de la zona euro no podría llevarse a cabo sin que cada uno haga los esfuerzos necesarios», señaló.
Por ello recalcó que tanto él como Merkel tomaron la iniciativa de reunir hoy, en vísperas de la celebración de la cumbre del G20 en Cannes, al conjunto de instituciones europeas y al Fondo Monetario Internacional para examinar junto con las autoridades griegas «las condiciones por las cuales los compromisos adoptados se cumplirán».
Por otro lado, la vicepresidenta económica española, Elena Salgado, definió de «sorpresa absoluta» el anuncio de que Atenas celebrará un referéndum, ya que, a su juicio, supone «una marcha atrás».
Salgado reconoció que «la sorpresa ha sido absoluta» tras conocer la decisión de Papandreu, que ha calificado de «mala». Por ello, ha pedido que «la racionalidad se imponga y que Grecia se ajuste al programa».
La ministra socialista también recordó que la deuda helena alcanza el 180% del PIB -«algo insostenible»- y que se está trabajando para que se reduzca hasta el 120% por lo que, en su opinión, estos datos «ponen de manifiesto que Atenas necesita la ayuda».
