Es Hontoria pueblo de tradiciones y en los últimos años uno de sus tesoros, las danzas de paloteo, ese patrimonio inmaterial que tanto cuesta mantener en el tiempo, se han recuperado con fuerza y forman parte, como así fue durante décadas, de las fiestas de invierno, la de San Vicente Mártir que celebra este fin de semana, y la de las Candelas, del 2 al 4 de febrero, aunque actualizadas con alguna licencia como la incorporación de mujeres y niñas.
Cuenta Juan Manuel Galindo, uno de los artífices de la ‘resurrección’ del paloteo en este pueblo hoy barrio incorporado al municipio de Segovia, que la primera recuperación de la tradición fue hace treinta años, pues ya se había perdido por entonces, y él fue precisamente uno de los primeros que con 14 años quiso aprender estas singulares danzas que los más mayores recuerdan desde siempre en Hontoria, con un grupo de solteros que paloteaba en la procesión de San Vicente y otro de casados que hacía lo propio en la de la Virgen de las Candelas.
El año pasado Galindo y otro de los ‘chavales’ de hace treinta años, su amigo Luis Miguel Isabel, quisieron dar vida a las procesiones que recorren el pueblo en estas fiestas de invierno, por otro lado las únicas que tiene Hontoria, las tradicionales de verdad junto a la Romería de San Antonio de Juarrillos, otra peculiaridad del lugar, ya que se celebra el día de San Juan, el 24 de junio.
Hacía por lo menos una década que no se danzaba y todos coincidían en que no era lo mismo. Pronto la iniciativa fue secundada por nada menos que unas cuarenta personas de diferentes edades y en la actualidad hay cuatro grupos, de danzantes: uno formado por niñas de 8 años de media, otro de niños/as entre 10 y 14 años y dos de adultos, incluyendo mujeres.
Apunta Galindo que han ensayado duro en verano pero ahora, y ayer lo demostraron en la procesión, puede darse por rescatado del olvido al paloteo de Hontoria, con su ‘zorra’, Luis Miguel Isabel, y otra de las características en este pueblo, la faja azul de los danzantes, a diferencia de la roja que lucen en la mayoría de pueblos donde se mantiene la tradición.
La forma de manejar los palos tiene también su singularidad en Hontoria. Sorprende el ruido que hacen al golpearlos. Se debe a que se trata de “palo picado, fuerte, mientras en otros sitios hacen el palo vuelto, con más ritmo pero con menos fuerza”, según Galindo.
La música la ponen los cuatro Karriolos que son Víctor, Dani, Salva y Juan, tres de ellos del pueblo, y curiosamente interpretaron con dulzaina y tamboril la ‘entradilla’ a la salida de la imagen de San Vicente de la iglesia. Se encargaron también, y llevan once años haciéndolo, de la revolada y el pasacalles que preceden a la misa solemne, así como de tocar melodías para el paloteo durante la procesión, como ‘Los Frailes’ o ‘La Valera’, muy valoradas en Hontoria.
El concejal de Participación Ciudadana, Andrés Torquemada, y la concejala de Obras, Paloma Maroto, representaron a la alcaldesa en la procesión y en el ‘refresco’ popular que siguió, acompañados de la presidenta de la Junta Vecinal, Concha Casado y del responsable de la Asociación de Vecinos de San Vicente, Ángel Pozo, entre otros muchos vecinos.
