El catedrático de Psicología, Andrés Palacios Picos, resaltó ayer la calidad humana de los integrantes de la Escuela de Magisterio y aseguró que el centro universitario, que en las últimas décadas ha afrontado importantes y complejos cambios, “goza actualmente de excelente salud”. Estas dos características del centro son valiosos puntos de partida en el período de gestión que afronta Palacios como director de la Escuela Universitaria de Magisterio, cargo del que tomó posesión ayer.
Para la legislatura de cuatro años que ayer comenzó, Andrés Palacios se ha marcado el triple objetivo de “mantener, potenciar y canalizar la fuerza humana de la escuela” con el fin de afrontar los recortes y salir finalmente airosos de la crisis. “Lo bueno para Magisterio está por venir”, declaró el nuevo director lanzando un mensaje de confianza e ilusión. El catedrático de Psicología recordó que en las últimas décadas el centro ha pasado de tener sus aulas casi vacías a contar con más de 800 alumnos el último curso y presentar más tesis doctorales que la Facultad de Educación de Valladolid. En su discurso, Andrés Palacios defendió la autonomía universitaria como un valor que “no se puede negociar ni poner en entredicho”.
La ceremonia estuvo presidida por el rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán, y contó con la necesaria asistencia del secretario de la institución académica Miguel Ángel González Rebollo. Marcos Sacristán dedicó palabras de agradecimiento a David Carabias por la labor que ha desarrollado en los últimos cuatro años en la dirección de Magisterio y reconoció como un “acto heroico” la incorporación al puesto directivo de Andrés Palacios.
