Clara Luquero no ha parado de repetir en los últimos días que sentía el apoyo de todas las mujeres para afrontar el mayor reto de su carrera política. Quizá, en respuesta a esta confianza que ha absorbido, Luquero reivindicó ayer, en su primer discurso como alcaldesa, la necesidad de reforzar las políticas de igualdad. Lo dijo expresamente, al igual que recordó que hay muchas mujeres que nunca han llegado a formar parte de órganos de decisión de empresas o instituciones, y que incluso hoy se llega a cuestionar su capacidad para decidir sobre su propio cuerpo, en alusión a la reforma de la Ley del Aborto del Gobierno del PP.
Luquero prometió trabajar «intensamente» por una ciudad «más próspera, más justa, más igualitaria, más participativa y más creativa»; y, a conciencia, hizo referencia a una frase de la presidenta Michelle Bachelet, para cerrar su discurso. «Yo cumplo mis compromisos, diré lo que pienso y haré lo que digo. ¡Palabra de Mujer!».
Muchas mujeres asistieron a la toma de posesión de Luquero, desde amigas de la infancia de su pueblo, Santiuste de San Juan Bautista, hasta funcionarias y técnicas de la Concejalía de Cultura, las mismas que asesoraron a su ‘jefa’ sobre la indumentaria para el acto de toma de posesión como alcaldesa. Luquero gusta del color negro, aunque ayer, por consejo de sus ‘amigas’, cambió «un poco» de colorido. Lució un vestido de traje negro y blanco y chaqueta de corte torero, en satén y seda.
De lo que Luquero puede estar muy satisfecha es de las muestras de cariño que recibió. Impresionantes fueron los sonoros y prolongados aplausos procedentes de las tribunas, donde las 72 butacas, repartidas a uno y otro extremo del salón de plenos, fueron insuficientes para atender la demanda. Media hora antes del inicio del pleno, a la entrada del Ayuntamiento ya se agolpaba mucho público, principalmente militantes y cargos socialistas. Tal fue la afluencia, que hubo un momento en el que un agente de Policía ya advertía que, posiblemente, sin invitación no se podría entrar.
La elección de Luquero estaba cantada. Nadie —o casi nadie— esperaba la sorpresa. Aún así, Luquero presenció, con nervios, el recuento de votos. El voto de Luis Peñalosa (IU) era decisivo. Su abstención, hubiera provocado la proclamación de Jesús Postigo (PP) como alcalde. Minutos antes de comenzar el pleno, Peñalosa bromeaba en su despacho del Ayuntamiento. “Estoy pensando mi voto”, bromeaba ante algunos periodistas.
Los primeros en llegar a la tribuna, con más de media hora de antelación fueron dos exconcejales: el socialista José Llorente y Francisco Alvarez (IU). Sorprendente fue el saludo que lanzó el expresidente de la Junta, el socialista Demetrio Madrid cuando accedió a la tribuna del público, donde tenía un asiento reservado. “Salud y República”, dijo, a modo de saludo, para sentarse a continuación al lado de Julio Villarrubia, Felix Montes, Juan Luis Gordo y Óscar López. Entre el público, numerosos socialistas, algunos llegados expresamente a Segovia desde otras provincias, como Ángel F. García Cantalejo, que reside en Alicante.
Tras la sesión de pleno, Luquero quiso participar de una foto de ‘familia’ con su equipo de Gobierno en la Sala Blanca, en la que también participó Arahuetes y la que será nueva concejala del PSOE, Marta Gutiérrez. En esta oportunidad, no hubo foto de toda la corporación, como es tradición tras la elección de alcalde, al inicio de un mandato municipal.
Con anterioridad, nada más ser proclamada alcaldesa, Luquero tuvo que acudir a su despacho para firmar el «arqueo» y el acta de toma de posesión en presencia de la Secretaría y el Interventor municipal. Allí fue donde mostró a los reporteros gráficos la carta que había exhibido en el pleno y que, según anunció, mandaría al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, para pedirle una entrevista.
En el vestíbulo, donde trabaja el personal del Gabinete de Alcaldía se agolpaban las personas que querían felicitar a Luquero tras su elección. Altos dirigentes del PSOE, como Óscar López, Julio Villarrubia y Gaspar Zarrías se mezclaban con exconcejales como Juan Cruz Aragoneses o José Llorente, el antiguo jefe de Gabinete de Arahuetes, Ismael Bosch, y amigos de ‘toda la vida’ de Luquero, como los profesores, de avanzada edad, que tuvo en su niñez en el pueblo y que no quisieron perderse la oportunidad de acompañarla.
La sorpresa la tuvo a la salida, cuando Fernando Ortiz, técnico municipal, de Nuevo Méster de Juglaría le cantó un estribillo de la zarzuela «La Picarona»: «Esa, esa, esa es la alcaldesa, la cosa está muy clara». El momento de relax llegó cuando la alcaldesa, con su familia, pudo tomarse un vermouth rojo en un bar de la Plaza Mayor.
