El torero Juan José Padilla, que fue informado ayer por los médicos de las consecuencias de la grave cornada en el rostro sufrida el pasado viernes en Zaragoza, aseguró a sus allegados que volverá a torear, «aunque sea con un parche en el ojo dañado».
Acompañado por su esposa, el diestro escuchó las palabras de los doctores, que le confirmaron el diagnóstico de la parálisis facial del lado izquierdo y la posible pérdida de visión del ojo del mismo lado. Asimismo, los médicos expresaron al jerezano la posibilidad de que, pasado el tiempo, cicatrizadas las heridas y soldadas las fracturas sufridas, podría someterse a algún tipo de tratamiento para recuperar movilidad en la zona afectada.
Consciente del alcance de la cornada, Padilla se ratificó en su determinación de volver a torear y pidió a sus apoderados que no anulen ninguno de los contratos que tiene firmados en países americanos para noviembre.
El torero sigue ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital Miguel Servet, donde fue visitado por un buen número de compañeros y amigos, que le encontraron con fuerza y ánimo. «Hay Padilla para rato», fue la frase que más repitió durante la jornada de ayer.
El diestro de Jerez, al que se le ha reducido la sedación, no ha tenido fiebre en las últimas horas, lo que aleja la posibilidad de una temida infección en la herida que le infringió un toro de Ana Romero en la segunda corrida de la feria del Pilar.
