El Adelantado de Segovia
viernes, 26 diciembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

Pactos de no agresión

por Redacción
28 de junio de 2012
Arranz y Reguera

Arranz y Reguera

Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

Mañueco califica a Sánchez como el mayor ataque a la democracia desde el 23F

Aprobada la Ley de puestos sanitarios de difícil cobertura

Rajoy alerta en Segovia de los peligros que acechan a nuestra democracia

Ni el PSOE se inmiscuye en las decisiones del Gobierno municipal socialista ni el alcalde, Pedro Arahuetes, lo hace en la organización del partido que le ha arropado en sus dos confrontaciones electorales. Entre Arahuetes, que se resiste a obtener el carnet de afiliado y prefiere llevar la etiqueta de independiente, y la dirección del PSOE existiría, en teoría, un ‘pacto de no agresión’, el mismo que han alcanzado los concejales Alfonso Reguera y Javier Arranz, tras el empate, a 27 votos, en la asamblea llamada a esclarecer su pulso por liderar la agrupación del PSOE local.

Los pactos de no agresión se traducen en repartos de poder. Arahuetes tiene el poder en el Ayuntamiento. Lidera el equipo de Gobierno y decide, sin influencias externas, las políticas municipales. Conocedor del carácter vehemente y hasta rebelde del alcalde, el secretario general provincial del PSOE, Juan Luis Gordo, evita pisar el terreno de Arahuetes y asume el poder del partido en Segovia, con el aval incondicional de Óscar López.

El alcalde asegura que el Gobierno municipal cuenta con el apoyo del PSOE «al cien por cien en las políticas que desarrollamos». Es más, presume de «plena libertad de actuación» lo que demuestra, según dice, que en el partido «confían plenamente en nosotros». «No ha habido ni una sola injerencia del PSOE en las decisiones que hemos adoptado en el equipo de Gobierno (..) ni una sola llamada de teléfono, ni un toque de atención, ni una sola insinuación y eso es de agradecer, esa confianza permanece», asegura.

Es cierto que la dirección del PSOE nunca ha tratado de imponer directrices, aunque fuentes del partido admiten la estrategia de situar a un hombre leal a las siglas junto a Arahuetes para conocer, de primera mano, lo que se cuece en el seno del Gobierno municipal. Este papel lo ejerció en su momento Juan Cruz Aragoneses y, al parecer, según las mismas fuentes, este puesto lo ocupa hoy Reguera, que suma a la concejalía de Hacienda las de Tráfico, Transportes y Policía Local.

Arahuetes se declaró sorprendido al enterarse, hace una semana, que dos de sus concejales iban a pugnar por acceder a la secretaría general del PSOE local. El alcalde confirmó a este diario que se reunió con los dos rivales, Reguera y Arranz, antes de la asamblea, que tuvo lugar el pasado viernes. «Se lo dejé bien claro, en el sentido de que cualquier diferencia que pudiera existir dentro de la legítima lucha política que tienen por dirigir el PSOE a nivel local no tuviera influencia en el equipo de Gobierno ni en sus respectivas concejalías y ha sucedido lo que estaba previsto, porque no ha habido ninguna incidencia», indicó.

rival inesperado Tras el resultado de la asamblea del PSOE local, otro pacto de no agresión, no escrito, aunque latente, también existe en la agrupación socialista de la capital. Reguera, que encabezaba la línea ‘oficialista’ y próxima a Gordo, se encontró con un rival inesperado. Arranz, próximo a quien fuera procurador regional y portavoz socialista Ángel García Cantalejo, ya se mostró muy crítico, a través de las redes sociales, tras el descalabro del PSOE en los comicios de noviembre. El concejal de Deportes representa la figura del descontento de un grupo, más o menos numeroso, de afiliados que en su momento dedicaron trabajo y esfuerzos al partido, en muchos casos con pobres recompensas, que se sienten despreciados por Gordo. En su opinión, el secretario provincial del PSOE no ha sabido aceptar las críticas constructivas, que habría interpretado como ataques personales, marginando a este grupo de socialistas ‘veteranos’.

La candidatura «oficialista» de Reguera se presentó como aglutinante de experiencia y ‘caras nuevas’ y una garantía para impedir que el partido fuera trampolín, cuando no una forma de vida, de militantes con excesivas ambiciones personales.

Una semana antes de la asamblea, Arranz filtró la noticia sobre su intención de presentarse. El paso adelante del concejal de Deportes elevó la temperatura hasta llegar a la ebullición. La que se preveía una sucesión tranquila, en sustitución de Alfredo Monjas, orquestada por el aparato, se tornó en agitada. Si una candidatura mandaba una carta a los 134 afiliados con derecho a voto —la lista de simpatizantes se aproxima a los 300— al día siguiente lo hacía la rival. Lo mismo si se trataba de mensajes a los teléfonos móviles. «A este niñato le vamos a poner en su sitio», aseguraban, el mismo viernes por la mañana, algún relevante militante socialista, en alusión a Arranz.

Finalmente, Reguera y Arranz empataron en la asamblea a 27 votos. Al terminar la votación, se podía ver a Gordo cabizbajo y cariacontecido, mientras el Secretario de Organización, Alberto Serna, abandonaba la asamblea. Mientras unos militantes apostaban por celebrar un sorteo para dirimir el nombre del nuevo secretario de la agrupación, otros sugerían aplazar una semana el proceso. Reinaba la confusión.

Finalmente, ambos optaron por acordar un comité local donde las fuerzas de ambas corrientes están, en teoría, igualadas. De hecho, se desempolvó la figura del presidente para que Arranz tenga el mismo poder de decisión que el secretario general de la agrupación, que ostentará Reguera. En otras palabras, el poder representativo lo tiene Arranz y el ejecutivo Reguera. «Siempre hemos sido partidarios del consenso, solo se trataba de sacar músculo, de decir ¡estamos aquí!, no de entrar en confrontación con la dirección provincial del partido», indican fuentes del grupo de afiliados próximos a Arranz.

No son pocas las fuentes próximas al partido que auguran fricciones. Arahuetes quiere poner ‘paños calientes’, sabedor de que las discrepancias y luchas políticas entre ambos pueda finalmente repercutir y abrir una brecha en el seno del Gobierno municipal. «Los dos han sido ganadores, han demostrado que tienen un peso importante dentro de la agrupación local», dice. Es más, Arahuetes considera que la ‘bicefalia’ en el PSOE local puede ser beneficiosa. «Confío en que esa distribución de competencias que han hecho dentro de la agrupación local también sirva para unir todos los criterios políticos», afirma.

«Creo —añade— que es hasta positivo que hayan empatado porque hubiese sido más traumático que alguno de los dos hubiese tenido una mayoría aplastante sobre el otro», dice.

Muchos dicen que Gordo quería posicionar a Reguera al frente de la agrupación socialista local como plataforma de lanzadera para que el hoy concejal de Hacienda sea el candidato a las próximas elecciones municipales si Arahuetes opta por no volver a ser el candidato. Otros hablan de más aspirantes, como el portavoz socialista Javier Giráldez, que ya tiene el carné de afiliado del PSOE. En los próximos meses se verá si los pactos de no agresión y los repartos de poder dan resultado y la tensión se diluye como un azucarillo. Lo contrario sería una crisis en el PSOE y en el equipo de Gobierno.

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda