Supongo que mis amables y pacientes lectores sabrán comprender mi incredulidad y, creo que también la de todos los vecinos afectados por el problema. Un problema que dicen fuentes municipales que es también de las demás ciudades que ostentan el pomposo título (no muy respetado por algunos) de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, pero me parece sospechar que algunas otras van más adelantadas que la nuestra.
Bueno, veamos; van a cumplirse por estas fechas los siete años desde que el equipo de gobierno municipal de entonces nos urgió a los vecinos de las Canonjías y zonas aledañas a que pusiéramos en marcha contratos con empresas para reformar fachadas, tejados y algunos otros elementos de las viviendas. Creo que cumplimos todos, que terminamos en los plazos impuestos y que abonamos las correspondientes facturas. También cumplió el Ayuntamiento con las subvenciones correspondientes. Y repito, han pasado siete años y ahora nos vienen anunciando que el Municipio, junto a las empresas implicadas en el tema, están comprobando el estado actual del cableado en las calles correspondientes para (y cito textos de este diario) “posibles actuaciones que permitan una adecuación estética de ese cableado”. Pues, listos estamos. Porque decenas de veces se ha denunciado el estado de ese cableado que, naturalmente, con el paso del tiempo ha ido empeorando y gracias a San Andrés, titular de la parroquia, que ha velado porque no se produjera ningún incidente grave a pesar del estado de los cables y de las cajas de conexión correspondientes, que han “sabido” aguantar los cambios climáticos tan variados en estos siete años sin producir incendios ni otros males similares. Todo ello ha servido para que cientos de turistas que han recorrido estas calles se hayan llevado a sus respectivas naciones unos excelentes ejemplos de cómo se vela por el urbanismo de una ciudad como, repito, la nuestra declarada Patrimonio de la Humanidad.
Y encima se nos viene “restregando ante nuestros rostros (por no utilizar la clásica palabra de narices)”, que el Ayuntamiento de Segovia “cuenta con un proyecto concreto para la reurbanización integral del eje Plaza Mayor-plaza de Juan Guas, que incluye el cableado aéreo”.
Pero, ante estas cosas, ¿de verdad creen ustedes, amables y repito pacientes lectores, que nos lo vamos a cree? Más habría que inclinarse por la “tomadura de pelo” de que estamos siendo víctima desde hace siete años, que no es, y perdonen otra frase clásica, “moco de pavo”.
En todas nuestra viviendas disponemos de huequecitos abiertos en las correspondientes fachadas esperando el momento en que por los tubos, que se están aviejando demasiado, entren a cada hogar los cables de la energía eléctrica, del teléfono, del gas natural…Huecos que tuvimos que tapar adecuadamente para evitar que por ellos se colaran otros “habitantes” molestos.
Una muestra de la dejadez la tenemos también en el hecho de que las losetas que se colocaron en la plaza de Juan Guas poco tiempo después, se encuentren ya muy erosionadas, sin que se hayan molestado en corregir los defectos.
¡Ah! Perdón, se me olvidaba decir que, según se informa desde el Municipio, “a partir de ahora se mantendrán reuniones periódicas que concluyan en un proyecto para la dignificación de la zona”. Pero, como cito más arriba, ¿no se dice que “ya se cuenta con un proyecto concreto para la reurbanización integral del eje Plaza Mayor-plaza de Juan Guas”?
Conclusión: Que no valen remiendos ni soluciones provisionales; hay que “tomar el toro por los cuernos” e ir derechitos a la obra prometida, es decir, la urbanización de calzada y aceras y soterramiento de todos los cables. O sea, acudiendo a un “dicho” que hoy utilizan los máximos gobernantes, “sí o sí”. Porque, lamentándolo mucho, vamos a tener que pensar que en nuestra ciudad se miente, se cambia de opinión, al estilo de lo que está ocurriendo en otras esferas políticas superiores.
