El Mercado Común del Sur (Mercosur) es un bloque económico fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, estando en proceso de ingreso Bolivia y de adhesión Panamá, y figurando como Estados asociados Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana y Surinam, que tiene por objetivo el establecimiento de una zona de libre comercio y la formación de acuerdos de arancel común, junto la creación de diversos mecanismos de integración económica, social y cultural.
El 28 de junio de 2019 se alcanzó un acuerdo político sobre un acuerdo marco comercial que formaba parte del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea (UE) y los cuatro miembros fundadores de Mercosur. Un acuerdo de libre comercio que ha culminado con el acuerdo el pasado 6 de diciembre de 2024 entre la U.E. y Mercosur. Aparte de algunos ajustes al texto inicial pactado en 2019, el cambio principal es un compromiso de adherirse simultáneamente al Acuerdo de París, sobre cambio climático, junto con el compromiso de los involucrados de detener la deforestación a partir del año 2030.
Sin embargo, el contenido del acuerdo alcanzado se basa fundamentalmente en la reducción de los aranceles a los bienes industriales, lo cual beneficiará a Alemania. Así, la U.E. asume el compromiso de eliminar los aranceles sobre los bienes industriales durante el período de transición de hasta 10 años, mientras Mercosur eliminará sus correspondientes aranceles para más del 90% de las exportaciones de la U.E. (actualmente con un arancel del 35%), las piezas de automóviles, la maquinaria (hasta el 18%), los productos químicos y farmacéuticos (hasta el 14%), al mismo tiempo que se facilitará el acceso para la ropa y el calzado, Igualmente, para los vehículos eléctricos e híbridos, la introducción gradual de 18 años, aunque con una reducción del 35% al 25% en el primer año. Es decir, se fomenta las exportaciones de bienes industriales de la U.E., a costa del sector agrícola y ganadero europeo.
En efecto, la Unión Europea liberalizará el 82% de las importaciones procedentes de Mercosur, mientras que este bloque sudamericano eliminará los aranceles a los productos europeos en un 93%, aunque para algunos productos se prevén contingentes arancelarios. En este sentido, la U.E. introducirá gradualmente en cinco años un cupo de 99.000 toneladas métricas de carne vacuno, con un arancel del 7,5%, lo cual representa el 1,6% del consumo total de carne de vacuno de la U.E. (la UE importa anualmente alrededor de 200.000 toneladas de carne de vacuno de Mercosur). Existe un cupo de aves de corral que representa alrededor del 1,4% del consumo total de la U.E., cuando los cuatro países de Mercosur son el principal de proveedor. También hay cupos del bloque europeo para carne de cerdo, azúcar, etanol, arroz, miel, maíz y maíz dulce.
Resulta por tanto razonable la oposición de los agricultores y ganaderos europeos a ese Acuerdo, los grandes sacrificados, dado que el acuerdo permitirá la importación de productos agropecuarios baratos en la U.E. y sin cumplir los estándares verdes y de seguridad alimentaria de la propia U.E. El otorgamiento de Mercosur a la U.E. de una cuota libre de impuestos de 30.000 toneladas métricas para quesos (ahora con aranceles de 16/28%) que se introducirán en un período de diez años, con otras cuotas para leche en polvo y fórmulas infantiles, no compensará a las producciones españolas. Al igual que las reducciones arancelarias de Mercosur para los vinos europeos (del 20-35% actual), las bebidas espirituosas con contenido alcohólico procedentes de la destilación de materias primas agrícolas (en su mayoría del 20%), el aceite de oliva, la fruta fresca, los melocotones y tomates enlatados, los productos porcinos, el chocolate y refrescos.
La U.E. está ansiosa por reducir su dependencia de China para minerales críticos, como el litio para la confección de baterías en este proceso de transición energética, por lo que se prevé una reducción por parte de Brasil de los aranceles a la exportación de minerales, mientras que Argentina los eliminará totalmente. A mismo tiempo que la U.E. espera la reducción de barreras europeos de telecomunicaciones, finanzas y servicios de transporte.
La Unión Europea y el Mercosur representan una población conjunta de más de 780 millones de euros, lo que significa un mercado potencial significativo a nivel mundial, al mismo tiempo que el citado acuerdo abarcaría una amplia gama de sectores productivos. El importe del intercambio comercial entre ambas regiones supera los 110.000 millones de euros, en 2023 las exportaciones de Europa hacia Mercosur alcanzaron un valor de 55.700 millones de euros, mientras que las importaciones de esta región alcanzaron los 53.800 millones de euros. La Unión Europea exporta al Mercosur productos industriales como materiales de transporte, productos farmacéuticos, piezas de automóviles, que en conjunto representan el 35% del valor total de lo exportado. Mientras que Mercosur exporta a la Unión principalmente carne y piensos, así como minerales y productos petrolíferos, los cuales en conjunto representan el 70% del valor total de las importaciones europeas.
El reciente acuerdo MERCOSUR-UE busca potenciar los intercambios comerciales mediante la eliminación de aranceles en bienes y servicios, pero el sector primario español será el que sufra las consecuencias de esa bajada arancelaria que potenciará la entrada de carne y cereales americanos.
La Presidencia de la Comisión Europea aduce que el acuerdo fomentará una mayor inversión europea en infraestructuras, tecnologías verdes y en la industria manufacturera en América del Sur. Se busca frenar el reciente avance de China en la región, por lo que la Unión busca convertirse en convertirse en el socio comercial preferente. La U.E. y América Latina representan el 21% del Pib mundial y el 14% de la población, y la Unión es el principal inversor en la región americana con un acumulado de 693.000 millones de euros, semejante a las inversiones en China, Japón y la India. Sin embargo, este entusiasmo no nos debe minimizar el riesgo para la ganadería y agricultura española. Francia, liderada por el Presidente Emmanuel Macron, se ha posicionada claramente junto con Holanda en contra del acuerdo, argumentando con claridad meridiana que el contenido del acuerdo podría generar una competencia desleal para los agricultores europeos.
El componente comercial del Acuerdo UE-Mercosur deberá ser ratificado por el Parlamento Europeo dado que es competencia exclusiva de la Unión, mientras que el resto de los aspectos deberá ser ratificado por los Estados miembros. Aquella ratificación debe quedar condicionada a que previamente la Unión Europea garantice la protección del porvenir de los agricultores y ganaderos europeos, que se asegure el cumplimiento verificable de los contingentes máximos a la importación y que se cree unas líneas de financiación para que el sector primario europeo se adapte a la nueva competencia. La agricultura y ganadería segovianas se verán afectadas por la entrada de carne de ovino y vacuno americano que competirán con la producción provincial, al mismo tiempo que las importaciones de cereales se unirán a la introducción de grano ucraniano y que pueden forzar los precios del grano a la baja, de forma que el cultivo de cereal sea no rentable en nuestra provincia. Habrá que estar por tanto atentos a la ratificación del acuerdo por el Parlamento Europeo, un tema que nos afectará directamente.
